Y LA ADICCIÓN
“Hasta hace poco la industria ha negado que su producto sea adictivo y ha sabido desde la década de 1960 que el punto de venta crucial es la dependencia química de sus clientes. Sin adicción a la nicotina no habría industria del tabaco. La adicción a la nicotina destruye las relaciones públicas y la postura legal de la industria de que fumar es una cuestión de elección. Todas las formas de consumo de tabaco son dañinas, incluidas los calentadores de tabaco, por tanto debe reglamentarse de igual manera que los demás productos”.