LA ÚLTIMA FIESTA ANTES DEL OCASO

Piensa en aquel momento y sonríe. “Bueno, eso es inolvidable, no siempre se le gana 6-0 al Cali. De esa campaña (2002-I) recuerdo las enseñanzas del profe Retat, con sus malgenios y sabiduría. De cómo gozábamos en el campo y... sí, del famoso morrito que nos ayudó a hacer más de un gol”, dice “La Puya”. Ese semestre, el “Ciclón” fue segundo del cuadrangular tras Nacional. Los años posteriores apenas si dieron espacio a alegrías efímeras, pero valio- sas. “Me di el lujo de hacerle un gol al Cali de 70 metros en 2005, poquitos se han visto en el mundo”, recuerda Erwin Carrillo, quien a sus 35 años festejó ser parte del ascenso. “Cada cosa que logramos hay que celebrarla como el pueblo alegre y fiel a nuestro equipo que hemos sido”.