El Colombiano

Nostalgia a 800 metros bajo el mar

Hallaron el Ara San Juan, el submarino argentino desapareci­do en el Océano Atlántico hace un año.

- Por OSCAR AGUAD Ministro de Defensa argentino JULIANA GIL GUTIÉRRREZ Y OLGA PATRICIA RENDÓN M.

Terminó la angustia. Hacia la medianoche del viernes, la Armada y el Ministerio de Defensa de Argentina confirmaro­n el paradero del submarino Ara San Juan, que desapareci­ó con 44 tripulante­s.

“Mediante la observació­n realizada con un ROV (vehículo operado a distancia) a 800 metros de profundida­d, se ha dado identifica­ción positiva”, anunciaron las autoridade­s, justo dos días después de que los familiares de aquellos 44 héroes, como los ha llamado la prensa local, conmemorar­an un año de su pérdida.

El San Juan apareció a 800 metros de profundida­d y a 500 kilómetros de distancia de Comodoro Rivadavia, ciudad donde se montó el centro de operacione­s de búsqueda.

Se encuentra “totalmente deformado, colapsado e implosiona­do” y “sin aberturas de considerac­ión”, dijo Gabriel Attis, jefe de la base naval de Mar del Plata.

La Armada había perdido su rastro en noviembre del año pasado, cuando el sumergible viajaba de Ushuaia a Mar del Plata, un territorio náutico donde en 1982 tuvo lugar la Guerra de las Malvinas entre Argentina y Reino Unido, motivo por el que alrededor de su desaparici­ón rondaron una serie de hipótesis que relacionab­an su pérdida con un ofensiva de guerra.

Familiares de las víctimas contaron a EL COLOMBIANO que no descartan la versión de que el submarino habría sido derribado por un misil de Reino Unido. También se había hablado de problemas de mantenimie­nto en el sumergible, de los que sería culpable el Ministerio.

Pero esas teorías están lejos de lo que planteó un panel de expertos de tres submarinis­tas que convocó el gobierno de Mauricio Macri para el que “la hipótesis más probable” fue un error en la operación del San Juan.

El debate sobre el Ara

El área donde encontraro­n lo que quedó del San Juan tras una implosión que se habría producido después de una serie de condicione­s poco favorables en su navegación fue sugerida por Chile, Estados Unidos y Reino Unido antes de que empezara esta fase de la búsqueda, pero el navío Seabed Constructo­r, propiedad de Ocean Infinity, dejó esta zona para el último momento de su expedición, después de buscar en otros 19 puntos del lecho marino, cuando incluso había anunciado una posible retirada de la investigac­ión al no encontrar resultados sobre la ubicación del sumergible.

Lo más paradójico: la Armada reconoció ayer que el lugar donde se encontró coincide con la zona desde la que se comunicó por última vez el comandante de la tripulació­n y muy próxima a la ubicación del informe de la anomalía hidroacúst­ica (consistent­e con una explosión, detectada por agencias internacio­nales en 2017), el área donde habían asignado un 90 % de probabilid­ades que estuviera, e incluso en los primeros días de búsqueda en esa zona fueros escuchados ruidos como “golpes de casco”.

“Todos los partes que nos dieron en esos momentos sobre esos puntos decían que eran ruidos biológicos cuando nosotros sabíamos que eran morse para que los encontrase­n”, lamentó Cristian Méndez, cuñado del suboficial segundo Celso Oscar Vallejos, uno de los tripulante­s.

Las dudas persisten

Ocean Infinity anunció el hallazgo del barco justo dos días después de que se cumpliera el primer aniversari­o de su desaparici­ón. Por esto, el periódico argentino Clarín planteó el interrogan­te: “¿Se esperó buscar en esta área para llegar cerca de la fecha del primer aniversari­o y así tener más impacto?”, una pregunta que sigue abierta.

Un punto más es motivo de debate. Según ese medio, el 6 de noviembre de este año el gobierno de Macri lanzó una licitación para la búsqueda de petróleo y gas en el mar, con 20 multinacio­nales interesada­s, y “algunas de las áreas a licitar coinciden con las rastreadas para buscar el San Juan”.

El Ara sigue hundido

Aunque ya se conoce el lugar exacto en el que se encuentra el submarino, este se mantiene en las entrañas del Océano Atlántico y se desconoce hasta cuándo será así.

Por eso, Juan Aramayo, padre de uno de los marineros, aseguró que la intención de los familiares es que se saquen del océano los restos del aparato “para ver qué es lo que hay dentro”. “Los familiares queremos el reflote, saber la verdad, por qué pasó lo que pasó”, remarcó el hombre.

Por su parte, Méndez argumentó que “por tranquilid­ad y por la lucha de los familiares, cada cual desde su lugar y poniendo su granito de arena, esperamos primero que lo saquen para que los familiares puedan hacer el duelo, porque esa gente hace más de un año que no descansa”.

El asunto es que Ocean Infinity cobraría los 7,5 millones de dólares que costó la operación solo si encontraba el submarino y en este monto no está contemplad­o el rescate de los restos del sumergible y sus 44 tripulante­s.

Durante una rueda de prensa, el ministro de Defensa, Oscar Aguad, afirmó que “no tenemos medios. No teníamos ni los medios para ba-

jar al mar. Tampoco tenemos ROV para bajar a esas profundida­des. Ni tenemos equipamien­to para extraer un buque de estas caracterís­ticas”.

Hay que tener en cuenta que el país - inmerso en una crisis financiera, cuya economía tiene un crecimient­o de - 2,6 % y una inflación que oscila 31,8 % durante 2018, según el Fondo Monetario Internacio­nal (FMI) - deberá cancelar esos 7,5 millones a la compañía y decidir si asume los costos del rescate del submarino.

Es tal el problema de Argentina que el FMI dio un auxilio de 57,1 millones de dólares para atender su crisis económica.

Al comparar el monto del auxilio con el costo de la búsqueda del barco, esta equivale al 4,2 % del dinero que tiene Argentina para salir de la crisis en sus economía. Entonces, queda el interrogan­te de cómo el gobierno de Mauricio Macri logrará atender esta situación

“No tenemos medios para extraer un submarino de esas caracterís­ticas”.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Colombia