El reto pensional con un país más viejo

Según lo había comentado el director del Dane, la edad promedio pasó de 22 a 30, en los últimos 13 años.

En Japón la población mayor a los 100 años, de acuerdo con datos del Ministerio de Salud de ese país, supera los 54 mil ciudadanos, una proporción si bien relativamente pequeña con respecto a los cerca de 127 millones de habitantes que tiene el país, representa un número significativo, más si se tiene en cuenta que desde 2013 la expectativa de vida de los hombres japoneses superó por primera vez los 80 años.

El fenómeno se repite en distintos países, incluso órganos como la Organización para las Naciones Unidas (ONU) ya han hecho llamados a las naciones para que estén preparadas frente a los retos que ello supone. Japón, por ejemplo, ha logrado que su sistema de pensiones se acople y pueda resolver las necesidades más importantes de esas personas en edad de retiro laboral, cuidando los intereses económicos del gobierno.

Colombia no es ajena: tiene una población más vieja y eso supone que deba ajustarse en ciertos temas, uno de los más importantes: las pensiones. Según datos al 2 de noviembre, correspondientes al censo nacional que desarrolla el Departamento Administrativo Nacional de Estadística ( Dane), en 1964 los colombianos entre 0 y 14 años eran el 46,6 % del total; mientras que 4,9 % correspondía a aquellos que tenían 60 años en adelante.

El panorama ha cambiado sustancialmente desde ese momento. Según el Dane, los colombianos más jóvenes (entre 0 y 14 años) ahora son el 22,5 %, la población que está entre los 16 y 59 años pasó del 48,4 % al 64,1 %, mientras que aquellos mayores de 60 años representan el 13,4 % del total.

“Hay más mujeres que decidieron no tener hijos, por ende el número de miembros por familia disminuyó considerablemente y ello trae cambios sustanciales en materia pensional, entre otros aspectos”, aseguró Raúl Ávila, profesor experto en economía de la Universidad Nacional. Según el Dane, para 1985 la tasa de fecundidad en Colombia (número de hijos por mujer) era de 3,3; para el 2020 será de 2,3.

¿A repensar el modelo?

Para Ávila, el cambio demográfico supone realizar factores de ajuste, pues además de ese fenómeno hay variables como un aumento en la expectativa de vida y un crecimiento en la formalización laboral que, sin embargo, no alcanza para hacer viable el régimen de reparto ( sistema que administra Colpensiones). De hecho el Dane ya había dicho que el promedio de edad de los colombianos había pasado de 22 a 30, esto en los últimos 13 años. Mientras que la es- peranza de vida se había fijado en los 74 años; “las mujeres viven, en promedio, 6,8 años más que los hombres”, dijo la entidad.

Para Freddy Castro, profesor del Cesa y experto en el sistema pensional colombiano, el cambio sustancial se da en la medida en que el régimen que administra Colpensiones debe repensarse fundamentalmente porque cada vez hay menos cotizantes (menos fuerza laboral) que ayude a alimentar el ingreso mensual de los pensionados.

“El régimen de reparto se basa en que los cotizantes actuales ayuden a financiar las pensiones de los adultos mayores. Tanques de pensamiento como Anif dicen que el modelo debe marchitarse en la medida en que no es sostenible”, aclaró Castro.

Según cifras de la Superintendencia Financiera, a agosto había 30,38 millones de afiliados a los fondos ( privados y público), de los cuales 6,63 millones estaban inscritos al Régimen de Prima Media (administrado por Colpensiones), con 2,3 millones de cotizantes y 145.874 pensionados.

El debate está sobre la mesa, inclusive la reforma tributaria ya trata el punto. El plan busca que aquellas rentas de más de 4,8 millones de pesos sean gravadas, propuesta que ha tenido eco.

Luis Fernando Mejía, nuevo director de Fedesarrollo, le había dicho a EL COLOMBIANO el pasado 13 de noviembre que “cerca del 95 % ( de las pensiones) son inferiores a esa cifra. Las personas que reciben una cifra que no parece tan alta, realmente, son privilegiados frente al resto de pensionados y el problema es que si bien no suena alta para una familia de cuatro personas, esos ingresos, de casi cinco millones de pesos mensuales, fueron exentos de impuestos cuando se hicieron los aportes para la pensión y hoy en día también cuando se reciben, eso es una asimetría frente a todos los ingresos”