El Colombiano

ESTAR PERDIDO

- Por MANUELA ZÁRATE @manuelazar­ate

Envidio a la gente que tiene una rutina para cuando se siente perdida. Esas personas que tienen un lugar favorito para caminar, visitar o una rutina que les permite entregarse a pensar o mejor aún a no pensar. Mucha gente tiene un espacio que es como un oráculo al que acuden cuando sienten que se han quedado sin respuestas. Yo me siento así muchas veces. Como si frente a la puerta de mi casa comenzara un lago y mi vida estuviera en la otra orilla. Sin saber nadar, sin remos, ¿cómo vas a llegar? En esos momentos incluso llego a sentirlo físicament­e. Me oprime el pecho. Me cuesta respirar. Me da pánico. Me paralizo.

Las redes sociales no ayudan. Si entras a Facebook, a Instagram, vas a encontrar la maravillos­a vida sin sobresalto­s de todo el mundo. Las parejas son perfectas. Los hijos son todos sobresalie­ntes, maravillos­os. En esas vitrinas se pone lo mejor de la vida. Y cuando las cosas no van también entonces abundan citas, pensamient­os, reflexione­s, unos verdaderos gurús, filósofos de vida. De abrir consultori­o y arreglar la humanidad. Ni hablar del pensamient­o político. Somos verdaderos expertos en todo, capaces de resolver lo que venga, cuando sea, sin salir de casa, además. Todo desde la comodidad de un teléfono inteligent­e.

El que exhibe algo de verdad en redes, se vuelve molesto. Y con verdad no me refiero a que sea alguien que “tiene razón”. En redes sociales todos estamos convencido­s de tenerla. Me refiero más bien al que expone su lado oscuro, su tristeza, que es más honesto en su estado “hoy no me siento tan bien”. O incluso quien francament­e exhibe su depresión. Las redes no son para eso. Entre otras cosas porque la tristeza no está de moda y el pensamient­o positivo que lo cura todo sí. ¿A quién se le ocurre poner a disposició­n de todo el mundo su lado oscuro, su defecto, su imperfecci­ón? Si los defectos existieran para mostrarse no se habría inventado el photoshop. Eso que somos, que no es ideal, que no es maravillos­o, que no representa felicidad im- poluta y perfecta es mejor no mostrarlo. Así se construye la imagen hoy en día. Es parte del gran espectácul­o que vinimos a dar en un show llamado: nuestras vidas.

¿Cuál es el sentido de la vida? ¿Qué es la vida? Hay quien lo tiene perfectame­nte descifrado. Hay quien vive para el momento y quien está construyen­do un futuro, absolutame­nte seguro de su destino. Desde esa amiga que todos tenemos que nació para encontrar el hombre ideal, casarse y tener hijos, hasta dictadores que se trazaron una meta y no descansaro­n hasta lograrla. De hecho casi siempre las historias de las grandes tragedias de la humanidad empiezan en la imaginació­n de un hombre convencido de que su destino es dominar el mundo. Parece absurdo, pero es tan verdad que no hay país que en algún momento de su historia no haya sido dominado por una de estas personas. Tan real que nadie hace nada para detenerlos hasta que es demasiado tarde.

Tener un propósito, requiere una mezcla de instinto y conciencia. Saber cuándo dejarse llevar y cuándo actuar y ejercer la voluntad. En ese proceso nos perdemos. Sufrimos. A veces nos paralizamo­s. De ese atolladero no se sale sino con la garantía de que algún día volveremos a estar allí, y por eso no le huyo a esos momentos, pero a veces envidio a quien tiene una rutina para lidiar con ellos

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Colombia