El Colombiano

Saturación del espacio aéreo por poco causa emergencia

- Por MARÍA VICTORIA CORREA

Los controlado­res manifiesta­n que siempre que cierran ElDorado se presenta un cuello de botella en Rionegro y Cali.

Tras conocerse ayer un audio en el que se evidencia que un avión de la aerolínea Lufthansa (Alemania) estuvo en riesgo al aterrizar en el aeropuerto de Cali por una presunta falla en las comunicaci­ones con la torre de control del terminal, los controlado­res aéreos revelaron que cuando se cierra ElDorado, los aeropuerto­s alternos –Rionegro y Cali– no dan abasto.

Según lo que se escucha en un audio que se conoció a través de redes sociales, la aeronave de Lufthansa habría sido desviada hacia el Bonilla Aragón por ser el aeropuerto alterno a ElDorado, debido a condicione­s climáticas, pero cuando el piloto se intentó comunicar con la torre para pedir pista, la brecha idiomática entre ambos, generó confusión (Ver recuadro)

Ese caos motivó a que un piloto de Avianca intervinie­ra y le pidiera a la controlado­ra que buscara ayuda de otra persona, porque ella, al parecer, no entendía el inglés con el que hablaba el piloto de Lufthansa. El COLOMBIANO estableció con personas cercanas a la Aeronáutic­a Civil que no es usual que comandante­s de otros aviones le indiquen a la torre de control lo que debe hacer, y que esto pue- de acarrear una investigac­ión.

Frente a estos hechos, tanto la Aeronáutic­a como los controlado­res coinciden en que fue producto, básicament­e, de saturación aérea.

De acuerdo con el general Gonzalo Cárdenas, secretario de Sistemas Operaciona­les de la Aeronáutic­a, efectivame­nte, se trató de una saturación del tráfico aéreo. “Las operacione­s en el momento, a pesar de la saturación, fueron seguras y todas las aeronaves aterrizaro­n sin novedad en el aeropuerto de Cali”, explicó el general a través de twitter.

Destacó que la seguridad no se vio afectada, la “controlado­ra no estaba sola, había tres personas verificand­o el control de tráfico aéreo en ese momento, eso no lo puede ver el piloto”, explicó Cárdenas.

Entretanto, Diana Patricia Pulido, presidenta de la Asociación colombiana de controlado­res aéreos, le explicó a EL COLOMBIANO que lo que pasó en Cali es consecuenc­ia de un efecto dominó ya que ella, finalmente, terminó sorportand­o la falta de planificac­ión del flujo de tránsito que está recibiendo Bogotá.

“Lo que pasó es que la tripulació­n del avión de Luthansa no es que no entendiera el inglés de la controlado­ra; es que estaba

desconocie­ndo el área y no estaba familiariz­ado con la palabra ‘manga’, que es una radio ayuda del aérea de Cali. Lo que indica manga es hacer una espera, lo que ocurrió es que el piloto no sabía dónde quedaba manga”.

Ese sábado, según Pulido, las operacione­s autorizada­s por la Aeronaútic­a fueron de 40 aviones llegando a Bogotá, por hora, mientras que lo permitido son 30. Advirtió que cuando las condicione­s climáticas son tan malas, las operacione­s no podrían superar los 25 aviones por hora. Agregó que mientras en Bogotá hay cerca de 25 controlado­res por turno, en Cali es de máximo 3 en la torre de control

Newspapers in Spanish

Newspapers from Colombia