Saturación del espacio aéreo por poco causa emergencia
Los controladores manifiestan que siempre que cierran ElDorado se presenta un cuello de botella en Rionegro y Cali.
Tras conocerse ayer un audio en el que se evidencia que un avión de la aerolínea Lufthansa (Alemania) estuvo en riesgo al aterrizar en el aeropuerto de Cali por una presunta falla en las comunicaciones con la torre de control del terminal, los controladores aéreos revelaron que cuando se cierra ElDorado, los aeropuertos alternos –Rionegro y Cali– no dan abasto.
Según lo que se escucha en un audio que se conoció a través de redes sociales, la aeronave de Lufthansa habría sido desviada hacia el Bonilla Aragón por ser el aeropuerto alterno a ElDorado, debido a condiciones climáticas, pero cuando el piloto se intentó comunicar con la torre para pedir pista, la brecha idiomática entre ambos, generó confusión (Ver recuadro)
Ese caos motivó a que un piloto de Avianca interviniera y le pidiera a la controladora que buscara ayuda de otra persona, porque ella, al parecer, no entendía el inglés con el que hablaba el piloto de Lufthansa. El COLOMBIANO estableció con personas cercanas a la Aeronáutica Civil que no es usual que comandantes de otros aviones le indiquen a la torre de control lo que debe hacer, y que esto pue- de acarrear una investigación.
Frente a estos hechos, tanto la Aeronáutica como los controladores coinciden en que fue producto, básicamente, de saturación aérea.
De acuerdo con el general Gonzalo Cárdenas, secretario de Sistemas Operacionales de la Aeronáutica, efectivamente, se trató de una saturación del tráfico aéreo. “Las operaciones en el momento, a pesar de la saturación, fueron seguras y todas las aeronaves aterrizaron sin novedad en el aeropuerto de Cali”, explicó el general a través de twitter.
Destacó que la seguridad no se vio afectada, la “controladora no estaba sola, había tres personas verificando el control de tráfico aéreo en ese momento, eso no lo puede ver el piloto”, explicó Cárdenas.
Entretanto, Diana Patricia Pulido, presidenta de la Asociación colombiana de controladores aéreos, le explicó a EL COLOMBIANO que lo que pasó en Cali es consecuencia de un efecto dominó ya que ella, finalmente, terminó sorportando la falta de planificación del flujo de tránsito que está recibiendo Bogotá.
“Lo que pasó es que la tripulación del avión de Luthansa no es que no entendiera el inglés de la controladora; es que estaba
desconociendo el área y no estaba familiarizado con la palabra ‘manga’, que es una radio ayuda del aérea de Cali. Lo que indica manga es hacer una espera, lo que ocurrió es que el piloto no sabía dónde quedaba manga”.
Ese sábado, según Pulido, las operaciones autorizadas por la Aeronaútica fueron de 40 aviones llegando a Bogotá, por hora, mientras que lo permitido son 30. Advirtió que cuando las condiciones climáticas son tan malas, las operaciones no podrían superar los 25 aviones por hora. Agregó que mientras en Bogotá hay cerca de 25 controladores por turno, en Cali es de máximo 3 en la torre de control