¿COLOMBIA, POR SIEMPRE VIOLENTA?
Parece más fácil estigmatizar a alguien por sus ideas políticas que interesarse por el bienestar común.
Las décadas y los años han pasado en la historia del país, algunas costumbres y prácticas se han modificado, cambiado o dejado de existir, sin embargo la violencia ha estado presente de alguna forma. Esta violencia no ha tenido estrictamente el papel de víctima y victimario muy definido, es más, la línea que los separa se ha desvanecido con frecuencia. Es así como el victimario puede llegar a ser víctima y viceversa. Este intercambio de roles ha creado un continuo contraste marcado por huellas nefastas.
Por diferentes razones han surgido grupos armados como las Farc, el Eln y los grupos paramilitares que han sido protagonistas de un doloroso conflicto armado. Sin embargo, parece ser que la historia de Co- lombia estará marcada siempre por la violencia y tendrá la participación de diversos actores. ¿Estará Colombia condenada a vivir por siempre sumida en la violencia? El conflicto armado no solo ha dejado un saldo de miles de muertos, de sueños perdidos o de esperanzas esfumadas sino que también ha sembrado odio excesivo y un profundo resentimiento en muchos colombianos. Y después de tanto dolor aún no hemos aprendido a asimilar las diferencias, diferencias que han hecho rico nuestro país.
Esta falta de interés por nuestros compatriotas y el no saber escuchar los diferentes puntos de vista nos ha sumido en un atraso que ha contribuido a la normalización de los hechos violentos, estamos tan acostumbrados a esto que un muerto más o un muerto menos nos es indiferente.
Parece ser que resulta mucho más fácil estigmatizar a alguien por sus ideas políticas que interesarse por el bienestar común, pero ¿por qué la diferencia debe ser una desventaja?
Aún es posible aprender de las dificultades que no han per- mitido que en Colombia se construya una paz verdadera que ante todo desarme prejuicios y finalmente sembrar esperanza en lugar de odio. Soñar con un país que reconozca su diversidad y la potencialice, un país que sea incluyente con las personas más vulnerables, no debe ser una utopía.
¿O acaso son necesarios más muertos, más masacres, más campesinos despojados de su tierra para que finalmente cada ciudadano aporte para la construcción de un mejor país?