BLACK FRIDAY
En un rincón perdido de Murcia se encuentra uno de los gigantes del cibercomercio europeo. Un pequeño municipio español, Alhama, de apenas 20.000 habitantes es la base de operaciones de PcComponents, el tercer mayor distribuidor en línea de España, tras Amazon y el coloso de la distribución tradicional, El Corte Inglés, el mayor grupo de “retail” de toda Europa. La historia de esta firma, surgida del sueño de un joven visionario en unas tierras donde la agricultura y no la tecnología es la principal actividad, sirve para explicar la revolución que viven nuestras economías y cómo están cambiando las reglas que regían el capitalismo desde hace siglo y medio.
En 2005, cuando el comercio electrónico se encontraba en pañales incluso en Estados Unidos,
Alfonso Tomás, estudiante de informática y hoy consejero delegado del Amazon murciano, abrió una tienda de 80 metros cuadrados y cuatro empleados para distribuir y arreglar ordenadores convencionales y portátiles en unas lindes dejadas de la mano de Dios.
Esa tienducha se ha convertido hoy en un centro logístico con 14.000 metros de superficie, 400 trabajadores y una facturación que alcanzó los 314 millones de euros en 2017. Las expectativas para este año auguran un crecimiento del 20 %. Su éxito para competir con los gigantes se fundamenta en seguir operando como una tienda de barrio: precios muy ajustados y compromiso de entrega en 24 horas para lo que cuentan con personal propio, en vez de externalizar ese proceso, como hacen sus competidores.
Para que se hagan una idea del meteórico giro que está dando el comercio global solo hay que echar un vistazo al dinamismo de esta firma, con capacidad para servir 40 pedidos al minuto, uno cada dos segundos, durante las 24 horas del día. Entre ellos destaca su producto estrella: ordenadores a la carta ensamblados en los talleres de Alhama, con precios que alcanzan los 6.000 euros y de los que esperan despachar nada menos que 3.500 unidades durante el Black Friday.
Aunque por ahora Europa y EE.UU. siguen de cerca a China en la facturación del e-commerce, el gigante asiático se convertirá en 2021 en la superpotencia en este segmento del consumo. Y lo hará a lo grande, vendiendo lo mismo que la suma de los mercados que le van a la zaga. China ingresó 317,5 millones de euros a través del comercio electrónico en 2016, según los últi- mos datos. EE. UU. y Europa se mantienen más o menos cerca, con 271,9 millones y 237,6 millones, respectivamente.
Latinoamérica muestra también una gran evolución, con un crecimiento anual del 21,5 %. ComScore afirma que ocho de cada diez consumidores latinoamericanos buscan, investigan y compran productos en línea semanalmente.
Esta revolución no sólo afecta a las compras de viajes, vuelos, entradas para espectáculos, componentes electrónicos o móviles, reservas de hotel, apartamentos, vehículos, restaurantes o comida a domicilio, sino que en 2025 se estima que el 10 % del gran consumo se realizarán también a través de internet.
¿Implica esto la desaparición de las tiendas de proximidad o del comercio de barrio? Todo lo contrario. De hecho, en Europa las grandes cadenas de hipermercados no dejan de abrir tiendas en el centro de las ciudades ya que buena parte de los consumidores realiza sus compras masivas, generalmente repetitivas, a través de internet. Así pues, el comercio electrónico supone una excelente plataforma para que cualquier producto que demande el mercado pueda ser distribuido por todo el mundo. El Amazon murciano es un buen ejemplo de que todos pueden competir on-line. Aunque no sea yo de comprar en rebajas ni ofertas que a veces solo sirven para suprimir de los estantes los productos más vetustos, el Black Friday ha llegado para quedarse y esta vez todos pueden sacar partido. Quizá por una vez el pez chico se coma al grande