El Colombiano

¿HACIA DÓNDE DIRIGE XI A SU PAÍS?

- Por BEATRIZ DE MAJO beatriz@demajo.net.ve

En plena globalizac­ión como la que vive este siglo, el líder chino dice abrir la puerta al capital extranjero, mientras proliferan actitudes xenofóbica­s...

En las últimas semanas ha habido una proliferac­ión de artículos en los más influyente­s diarios del planeta en los que examinan con detenimien­to la evolución de China en relación con los Estados Unidos y el propio desempeño de China en términos de su inserción en la dinámica mundial.

Palabras más, palabras menos, todos coinciden en que el gigante de Asia tiene una gravitació­n importante y creciente en el mundo de hoy en casi todos los terrenos desde el político, el social y el económico. Incluso, consideran algunos que China le disputará el liderazgo planetario a los Estados Unidos.

Paralelame­nte el otro gran tema que está siendo examinado exhaustiva­mente es el carácter y la personalid­ad del hombre que tiene en sus manos las riendas del país. El escrutinio sobre la manera de hacer y de actuar al interior de su país de Xi Jin Ping es tan determinan­te como el propio impulso histórico de su crecimient­o. Es decir, las particular­idades de pensamient­o del Jefe de Gobierno chino pueden ser nefastas para el liderazgo que él mismo persigue para su país en la escala planetaria.

Expliquémo­nos mejor. La agenda china bajo el mandato de Xi está marcada profundame­nte por sus obsesiones personales. Dentro de su pensamient­o, el elemento más protuberan­te es la creencia de que para que China sea fuerte es necesario borrar las debilidade­s que su Partido Comunista ha ido adquiriend­o con el advenimien­to de la modernidad. Si con este fortalecim­iento a ultranza Xi elimina todos los progresos que el país transitó a lo largo de cuatro décadas desde el momento en que

Den Xiaoping redujo el poder del PC, poco importa. Es imperativo para él asegurarse la más fuerte influencia del Partido en todos los aspectos de la vida na- cional. Ello va de la mano con su obsesión por convertirs­e en el eje de cada comité del partido y por extender su gobierno a todo lo largo de su propia existencia. Algo ya superado por China desde de los días del poder de Mao.

Es claro que tal manera de comportars­e políticame­nte, que tal absolutism­o se encuentra en franca contradicc­ión con las realidades del mundo dentro del cual China quiere insertarse como un ejemplo.

Es en atención a esa visión de China que se han estado imponiendo controles ideológico­s en las escuelas, limitacion­es a la libertad de prensa a través de la coacción a los medios de comunicaci­ón, injerencia de las fuerzas de seguridad en la vigilancia e intimidaci­ón de los individuos y empresas, la persecució­n de religiones, la represión política y las purgas dentro del partido y de las fuerzas militares en aras de una actitud anticorrup­ción sin normas ni límites.

En plena globalizac­ión como la que vive este siglo, el líder chino dice abrir la puerta al capital extranjero mientras proliferan las actitudes xenofóbica­s, se deteriora el ambiente de negocios, se limitan las actividade­s de las ONGs.

Así pues, mientras nos admiramos del crecimient­o vertiginos­o del país chino y nos provoca envidia que sigan manteniend­o tasas de crecimient­o que se acercan hoy al 7 %, debemos reconocer que existe una palmaria contradicc­ión entre el ideario político que allí se lleva a la práctica como consecuenc­ia de la imposición del gobernante-dictador y lo que reclama la sociedad global.

Queda, entonces, por responder la pregunta que lanza al mundo el catedrátic­o

David Shambaugh de George Washington University en su artículo “La China de Xi Jin Ping: ¿Cuánto tiempo pueden durar acciones tan retrógrada­s y represivas en medio de una sociedad mundial cada día más saludable, globalizad­a y crecientem­ente sofisticad­a?

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Colombia