De esta casa se sale hoy con una obra bajo el brazo
Es la edición 12 de la Subasta de Casa Tres Patios, una propuesta para sostener esta fundación dedicada al arte y acercarse a los artistas.
No hay martillo que dé un golpe para indicar, con su sonido seco, que la obra está vendida. Esta es una subasta en silencio, pero no porque no se vaya a hacer ruido. De hecho, se conversará mucho mientras se recorre la Casa Tres Patios y se miran las 130 obras expuestas, listas para venderse.
El silencio estará en la lista que hay debajo de cada pieza, acompañada por el nombre del artista y el precio para iniciar, que en ningún caso pasará del millón de pesos. Luego seguirá mirar las obras, caminar, socializar con las personas que estén allí, comer y hasta bailar, porque habrá música, e ir pujando por las obras que le interesen: la puja va subiendo de a $30.000 en $30.000. Al final de la noche, ese trabajo de Edwin Monsalve, por ejemplo, se irá para quien corresponda el nombre al final de la lista y de la noche, el que haya puesto el ma- yor precio. Y ya está.
Se trata de la Subasta anual de la Fundación Casa Tres Patios, que esta vez suma 12 ediciones. Tony Evanko, el funda- dor y director, dice que es un formato muy tranquilo, muy informal, con la posibilidad de que la gente aprecie de cerca las propuestas, socialice al mismo tiempo y se genere un nivel de competencia amable. De ahí la lista y el silencio.
Este espacio no es una galería, pero sí un lugar para el arte, dedicado al desarrollo de la comunidad artística y general, lo describe el director. Lo que hace es compartir conocimiento sobre el mundo artístico y las condiciones sociales en forma de talleres, conversatorios, exposiciones y demás. Un sitio, finalmente, de experimentación y pedagogía.
La subasta, precisa, es una posibilidad para beneficiar a la comunidad artística y a la fundación, porque es una de las formas de sostenerse y trabajar con los creadores. Es decir, visibilizar la escena artística local y nacional (hay unos nuevos y otros con recorrido), y a su vez recaudar fondos. Quienes participan donan como mínimo el 50 por ciento de su obra, y algunos el 100 por ciento. Tony Evanko lo resume como una fiesta de solidaridad.
Incluso recuerda la prime-
ra, hace 12 años. Apenas estaban aprendiendo a difundir información, a entender cómo funcionaba la subasta. Esa noche fueron muy pocos coleccionistas y muchos artistas, y terminaron comprándose entre sí. Estaban apoyando a sus compañeros y a la fundación, las dos cosas al mismo tiempo. Eso, apoyar, todavía lo siguen buscando.
En la actividad de esta noche, que inicia después de las 6: 30 de la tarde, participarán unos 110 artistas. Sus nombres estarán en esas listas, al lado de sus piezas, esperando al mejor postor, al último de la lista que se irá acompañado por el arte, con una obra debajo del brazo, si es el caso, o de cualquier otra manera, si no lo es: porque ahí está la escultura de Hugo Zapata, él, que siempre ha participado en las subastas, que es amigo de la casa. Se llama Amantes, la técnica es roca lutita tallada, pesa 13 kilogramos más o menos. Por eso es mejor llevarla de otra manera