APORTE AMBIENTAL DESDE LA VIVIENDA
Álvaro Ruda, residente en la casa N° 112 de la unidad Quintanar del Rodeo, es un ejemplo de cómo se puede manejar la sostenibilidad desde la misma casa. En un proceso que inició este año, tiene dos tanques de almacenamiento de aguas lluvias sincronizados con la lavadora para aprovecharla en el lavado de la ropa, el patio y riego de las plantas, con canillas para intercambio con la potable. Su nevera y su lavadora son ecológicas, tecnología inverter, que le permiten ahorros del 50% en agua y energía, entre otros beneficios.
neamientos para manejo de los escombros y reducción de emisiones contaminantes durante la construcción.
En el proceso se han capacitado 50 ingenieros y arquitectos en diplomados sobre el tema, que resulta vital para un valle en el que el sector constructor genera 10.000 toneladas/día en escombros, consume 15.000 toneladas/día de materiales y emite 1’200.000 toneladas de CO2 al año en la fabricación de materiales.
Hernán Álvarez, de Asurbe, admite que las urbanizaciones sufren estigmatizaciones por parecer islas, porque al construirlas de pronto talan árboles y afectan ecosistemas, pero pueden empezar a cambiar ese señalamiento, compensar ambientalmente si algún daño se hizo al construirlas, “pues en todo caso no es culpa del pro- pietario si el constructor afectó el medio ambiente”, advierte.
Asurbe adelanta el concurso “Gestión Ambiental en la Propiedad Horizontal”, que premiará los conjuntos que mejor trabajan el tema.
Más que el premio, es un llamado de atención para que se percaten de las responsabilidades y de todo lo que pueden hacer los conjuntos sin invertir más dinero y poniendo voluntad y creatividad.
Es como sembrar una semilla, que seguro dará buenos frutos