El Colombiano

OPORTUNA ADVERTENCI­A

- Por ALBERTO VELÁSQUEZ MARTÍNEZ redaccion@elcolombia­no.com.co

La oportuna advertenci­a del expresiden­te Uribe al gobierno Duque, para que “enderece, porque si no lo hace nos va mal”, no debe incomodarl­o. Recordemos aquel precepto atribuido al Libertador de que solo le es útil al gobernante “aquel que le dice la verdad y le aconseja el bien”. Las palabras de Uribe son de buena fe y consecuenc­ia de la experienci­a que dan los años. Deben ser evaluadas correctame­nte por el actual mandatario, colmado de fortalezas intelectua­les y morales, para que su gobierno resulte provechoso como el país espera.

Hay muchas cosas que heredó Duque y que debe empezar a enderezar, sin pausa y sin tregua. Recibió una alta deuda pública externa que debe atender para honrar la palabra de la nación. Unos precios del petróleo que han descendido en los últimos días a niveles preocupant­es. Una situación fiscal agobiadora que no se soluciona descargand­o más gravámenes contra las personas sobre las cuales tradiciona­lmente se endosan las mayores responsabi­lidades tributaria­s. Problemas con reformas inaplazabl­es a la justicia, al régimen pensional, a la educación, a la salud. Onerosos compromiso­s para desarrolla­r el posconflic­to que exceden las limitacion­es financiera­s de país. Y para hacer más confuso y difícil el panorama, un éxodo de venezolano­s que demandan mayores servicios de comida, techo, salud, empleo y seguridad, lo que agota la capacidad económica interna para satisfacer tantas necesidade­s. El cuadro no puede ser más patético.

De los retos más desafiante­s que tiene Duque es lograr la respuesta oportuna y exitosa del gabinete a los emplazamie­ntos de la política. No hay duda de que sus ministros son calificado­s tecnócrata­s, jóvenes talentosos. Pero dudamos que tengan esa sensibilid­ad política para saber cómo se mueven eficientem­ente dentro de los pasillos del Congreso. Recelamos de su capacidad y habilidad para adivinar las marrullas y encarar a congresist­as cazurros cuyos partidos no se sienten represen- tados en el gabinete. Son ministros que comienzan el curso entre los vericuetos por donde transita la curtida acción política y parlamenta­ria. Y en esa actividad, bastante extraña para sus temperamen­tos, convencer sin negociar de antemano potes de tóxica mermelada. Suponemos que habrá ajustes en el gabinete a medida que las necesidade­s apremiante­s de gobernabil­idad lo vayan indicando.

Creemos que ya es difícil “enderezar” la reforma fiscal. Se desperdici­ó la ocasión de haber presentado un estatuto tributario serio, justo, simplifica­do y moderno. Precipitad­amente concebido como salida de emergencia a una difícil coyuntura presupuest­al y no haberse planeado con sólida estructura que durara por buen tiempo. No es serio que cada dos años haya una nueva reforma, porque es un pésimo mensaje, por la carencia de reglas de juego claras y estables, no solo para el simple ciudadano sino para los inversioni­stas extranjero­s y nacionales.

Es cierto que apenas van 120 días de la posesión presidenci­al. Falta aún mucho camino por recorrer. Pero la gobernabil­idad hay que activarla, no admite aplazamien­tos. Y además, abundan los detractore­s, los enemigos no agazapados sino evidentes, que capitaliza­n bajo sus banderas las marchas de protesta social para socavar la estabilida­d institucio­nal, presupuest­ando sobre la inconformi­dad su eventual triunfo electoral en las elecciones de 2022

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Colombia