ROMA: LA INFANCIA RECUPERADA
Terminé de ver la película Roma y no me quería ir. De hecho, salí del cine y no reconocí el lugar. Es esa desorientación que ocurre cuando un film se impone de manera abrumadora sobre tu realidad.
Paré y tuve que reconocer que deseaba con toda mi alma regresar al teatro y meterme, de nuevo, en la película.
Tengo que agradecerle al director Alfonso Cuarón que