GUERRA COMERCIAL
La disputa arancelaria entre Estados Unidos y China ha hecho que el mundo esté en vilo ante una posible ralentización de la economía mundial. Eso quiere decir, en otras palabras, que las grandes potencias lo están pensando dos veces antes de hacer compras en mercados emergentes. Y parte de esas compras tienen que ver con bienes conocidos como materias primas, caso petróleo. Ese temor generalizado no parece disminuir y por el contrario ha hecho que se piense en que de no darse una posible negociación antes de que se termine noviembre, la situación podría recrudecer para cierre de año. En caso de que China y Estados unidos logren zanjar sus diferencias comerciales el precio podría recuperarse.