MEDELLÍN PODEROSO
Al escribir esta columna, Medellín, el equipo, no había jugado aún su primer partido de la final. Por si algún lector abre esta nota, suponiendo que voy a hablar del “Poderoso”, debo decirle que siendo del otro equipo local, me sumaría con alegría a la celebración porque por el pundonor deportivo, el sacrificio, su hinchada y el buen fútbol, en mejores manos no podría quedar el campeonato.
Pero mi columna se refiere a otro poderoso: el Programa Medellín Cómo Vamos -MCV. Un arreglo interinstitucional independiente que lleva 13 años continuos midiendo la calidad de vida de nuestra ciudad, a través de indicadores objetivos y subjetivos. Estos últimos como expresión directa de los ciudadanos que de viva voz consignan cómo viven y cómo perciben las distintas oportunidades y condi- ciones de la ciudad. Se complementan así con los necesarios indicadores de mediciones relevantes de bienestar que hace fundamentalmente el gobierno municipal. Poderoso Programa, el más reconocido por su manejo e incidencia, dentro de los 14 que existen en el país.
La encuesta de percepción ciudadana 2018 de MCV que se presentó públicamente el pasado viernes, trae algunos elementos que bien vale la pena considerar en las políticas actuales y en las que muy pronto empezarán a plantear los candidatos a la Alcaldía. A quienes hay que recordarles que crecen las exigencias de los habitantes sobre su conocimiento de los problemas y sobre los fundamentos de las propuestas o el cómo enfrentarlos. Los jóvenes universitarios serán actores principales en las próximas contiendas electorales y en consecuencia, para bien de la democracia, habrá mayores exigencias en la calidad del diálogo sobre nuestra ciudad. Más evidencia y menos demagogia.
Para contribuir al mismo, de manera resumida me refiero a continuación a los aspectos más importantes de la Encuesta de Percepción referida. Las variables económicas (estado actual y optimismo) de las personas al respecto, tienden a determinar cada vez más la satisfacción con Medellín como una ciudad para vivir. Entre las demás variables, la educación básica, la gestión pública local (Concejo y Alcaldía), la seguridad y la gestión del espacio público, son las más relacionadas con la satisfacción con Medellín. En educación y gestión pública la percepción es positiva, si bien la percepción de corrupción aparece como un riesgo. En seguridad y gestión del espacio público, la percepción es relativamente más negativa.
La calidad de los servicios de salud y de las variables ambientales, si bien no determinan el grado de satisfacción con Medellín como ciudad para vivir, sí tienen bajos desempeños. La gente empieza a mirarlas como un lunar prácticamente permanente y esperan rutas de fondo para superarlas.
En síntesis, las mayores prioridades de mejoramiento de nuestra ciudad, están en: empleo, pobreza, seguridad y gestión del espacio público. Los servicios de salud y las variables ambientales son temas en los cuales resulta estratégico concentrarse en soluciones estructurales a mediano y largo plazo, considerando que las personas están “acostumbradas” a niveles no óptimos.
Invitamos a una lectura completa de la presentación de esta importante Encuesta en www.medellincomovamos.com. Muy especialmente a tantos precandidatos que ya andan en campaña
Las mayores prioridades de mejoramiento de nuestra ciudad están en: empleo, pobreza, seguridad y gestión del espacio público.