LAMIDAS QUE EVITAN RIESGOS
Una de las conductas más llamativas de varias de estas especies es el tiempo que pasan acicalándose. Aunque parece no es una tarea sencilla porque la lengua debe enfrentarse con dos capas: la expuesta del pelaje que le brinda protección y otra más interna de pelos que le brindan calor. Aparte de los beneficios sobre esta paciente limpieza, les reduce el riesgo de infección al enredarse el pelaje, formar nudos que causan dolor al halarlos y pueden producir una herida. Los gatos solo tienen glándulas sudoríparas en sus garras, por lo que deben recurrir a otro método para termorregularse y el acicalamiento es la respuesta.