Cultura, el complemento de paraderos inteligentes
En Medellín han instalado 83 y 29 ya transmiten el paso de rutas en tiempo real. La falta de accesibilidad y cultura vial ciudadana, las deudas.
Pese a la inteligencia con la que la Alcadía ha dotado 83 paraderos de buses en Medellín, aún falta apropiación y buen comportamiento por parte de algunos usuarios de este modo de transporte. No basta con que por medio de pantallas se transmita en tiempo real lo que tardan en llegar los vehículos, sino que los ciudadanos deben subir y bajar de estos en los lugares permitidos.
EL COLOMBIANO recorrió el Centro de la ciudad y evidenció cómo está despegando este sistema, que solo hasta marzo de 2019 quedará con los 383 paraderos instalados y funcionando.
Hoy 29 pantallas muestran los tiempos de las rutas, indicó el secretario de Movilidad, Humberto Iglesias, y explicó que 54 aún permanecen apagadas mientras terminan de ajustar los dispositivos de seguimiento en los cerca de 3.600 buses que hay en la capital antioqueña.
Para solucionar el tema de los usuarios que han tenido dificultades en entender los mapas y los recorridos de las rutas que también hacen parte de los paraderos, un equipo de 50 educadores viales recorre las calles para hacer pedagogía y acostumbrar a la gente al nuevo mobiliario.
¿Por qué no operan todas?
Los dispositivos que permiten conocer la velocidad, las frecuencias o si hay algún desvío de las rutas, han sido instalados a la fecha en 1.683 buses, por eso Iglesias es enfático al afirmar que todo es un proceso y paulatinamente todas las pantallas comenzarán a transmitir información después de estas primeras semanas que calificó como un piloto.
“No queremos salir con tiempos de espera que no sean correctos y generar desconfianza, por eso estamos calibrando y verificando con nuestro centro de monitoreo que funcionen de manera adecuada”, dijo.
Durante nuestro recorrido dos agentes de tránsito expresaron que desconocían las ubicaciones de los paraderos, y que por lo general “son los últimos en enterarse de estos temas”.
Iglesias respondió que los procesos internos de pedagogía en la secretaría son permanentes, pero que reforzarán el proceso educativo no solo con los supervisores sino directamente con los agentes.
Para Juan Gonzalo Merino, presidente de la Asociación de Transportadores del Valle de Aburrá (Asotransvaa), los nuevos paraderos hacen parte de un proceso al que hay que tenerle paciencia, que con el tiempo mostrará los beneficios para la comunidad y va de la mano con otras acciones como la modernización de la flota.
La falta de inteligencia vial
Merino expresó que la dificultad para que los buses paren en los lugares establecidos tiene que ver con que la gente está mal acostumbrada a que los conductores deben pararles en cualquier lugar.
Lo mismo señaló el secretario Iglesias, quien reveló que
en los talleres con los buseros es común escuchar de ellos: “es que si no le paro al usuario donde me toca el timbre o me pone la mano, me insultan”.
No obstante, anotó, con los dispositivos de seguimiento se podrá controlar que los buses paren en sitios autorizados, no para sancionarlos, sino para empezar con ellos un proceso educativo.
Por otro lado, los paraderos “inteligentes” carecen de accesibilidad para personas con limitaciones visuales, sobre este tema, Iglesias reconoció que en el momento no se contempla adecuar facilidades