Urgen nuevos métodos para lucha contra drogas
Durante el primer congreso internacional antidrogas que se realizó en Medellín, los representantes de 23 países resaltaron los resultados contra el narcotráfico, pero coinciden en que el uso de drogas sintéticas es un fenómeno de inmediata revisión.
En el primer Congreso Internacional Antidrogas se evidenció la preocupación por el aumento en el uso de sustancias en países productores, especialmente las sintéticas.
Las estrategias en todo el mundo para combatir el problema de las drogas se enfocan en atacar al menos dos eslabones de la cadena: la producción y comercialización. Sin embargo el aumento en el consumo de todo tipo de drogas, especialmente las sintéticas, obliga a buscar nuevos rumbos en esa lucha global.
Representantes de 23 países se reunieron en Medellín para buscar respuestas y generar alianzas que ayuden a solucionar un problema que tiende a crecer cada día más.
EL COLOMBIANO consultó con varios de los asistentes (ver recuadros) para saber cuál es el panorama en esta guerra contra las drogas, que en muchos lugares del mundo, como Colombia, genera polémica porque al parecer se está perdiendo la batalla.
Solo en nuestro país, y en lo que va corrido de este año, la Policía Nacional ha incautado más de 253 toneladas de cocaína, 189 toneladas de marihuana, ha destruido 1.616 laboratorios para el procesamiento de cocaína y 62.370 personas han sido capturadas por el delito de narcotráfico, cifras que muestran la magnitud del problema.
Para el general Fabián Cárdenas Leonel, director Policía Antinarcóticos, estos congresos “se convierten en modelos de pensamiento crítico donde convergen oportunidades para el desarrollo y crecimiento de las unidades responsables de la lucha contra el narcotráfico, y también de las autoridades que generan y to- man decisiones en materia de política pública”.
Con el pasar de los años y la evolución que el crimen transnacional ha tenido para continuar en el negocio de las drogas, obliga a una reingeniería constante en el trabajo conjunto que adelantan las autoridades de América Latina, región de donde sale la gran mayoría de droga hacia Estados Unidos y Europa.
“Se ha avanzado mucho en el intercambio de información y cooperación en investigaciones, trabajamos cada vez más ágil. Esto no solo es para intentar hacer las incautaciones de drogas, también en cumplir en uno de los objetivos principales que es colaborar juntos en desarticular las organizaciones criminales”, explicó el coronel Luis Peláez de la Guardia Civil española.
¿Un fracaso rotundo?
Hasta hace dos meses, el Consorcio Internacional de Política de Drogas, que agrupa a 174 ONG del mundo, aseveró que la estrategia de la ONU para acabar o reducir drásticamente todas las aristas del narcotráfico en los últimos 10 años tuvo un rotundo fracaso.
Según un informe publicado, hay un récord histórico de las plantaciones de coca y amapola (opio), unido a un incremento de los mercados y la demanda de drogas sintéticas. La producción mundial de cocaína, en 2016, alcanzó el nivel más alto jamás registrado, con 1.410 toneladas, mientras que la de opio llegó, en 2017, a las 10.500 toneladas, el registro más alto desde que la ONU comenzó a calcularla.
Por escenarios como este, en el congreso antidrogas se buscaron nuevos métodos para mejorar en la lucha contra los estupefacientes, aunque las autoridades de la mayoría de países que asistieron afirman que el trabajo de años ha brindado buenos resultados.
“Lo que tenemos claro es que en esta época se están cumpliendo 25 años de acabar con el cartel de Medellín, esta ciudad es el icono de la resiliencia, transformación y modernización. Sabemos que hay camino por recorrer pero lo que hemos avanzado es fundamental. Yo pregunto: ¿qué sería si no hubiéramos aplicado una política contundente contra el narcotráfico, qué sería de esta ciudad y de nuestro país?”, afirmó el general Cárdenas