El Colombiano

PAN DE CADA DIA

- Por SANTIAGO MEDINA GÓMEZ Universida­d EAFIT Facultad de Com. Social, 4° semestre samegosanm­edgom@gmail.com

No es raro encontrar en los diarios noticias sobre corrupción, nos indignamos, nos duele en el alma que esos servidores públicos estén convirtien­do las arcas públicas en sus cuentas privadas, culpamos a las administra­ciones del desfalco público, pero…

¿Sabemos algo sobre la autoridad moral, esa que nos dice que para culpar a alguien de un acto, debemos estar tranquilos de no haberlo cometido nosotros nunca? Nadie nos ha robado nada, somos nosotros quienes hemos regalado todo al formarlos a ellos en lo individual y no en lo ciudadano.

¿En dónde comienza la corrupción? para intentar responder a esta cuestión debemos entender que si queremos un país sin corruptos, ne- cesitamos ciudadanos correctos, porque la corrupción comienza desde el hogar, desde nuestra infancia y nuestra forma de ver el mundo; para nosotros, una cultura rica en refranes y agüeros, es válido y casi que ley ese que reza: “El vivo vive del bobo”.

Y todos decidimos ser “vivos”, en la fila del cajero, en la carretera mientras conducimos o somos peatones, en acceso a servicios públicos, en la declaració­n de impuestos, en todo aquello de lo que podamos hacer que esté a nuestro favor.

“Mi papá tiene un amigo allá, espere yo lo llamo para que nos colabore”, “llámeme a fulano, que él es amigo mío y él me entra sin cobrarme”, ahí, en esas simples frases se inicia la cadena de corrupción que está rompiendo al país, y es la misma ecuación, solo que quitamos algunos ceros en las sumas, pero el proceso se cumple tal cual lo hace un alcalde, un magistrado, un presidente, solo que ellos están en la picota, y nosotros somos los verdugos que con el rostro cubierto nos reímos de ser inocentes en los mismos delitos.

No defiendo la corrupción, no la defiendo en ninguna de sus formas o niveles.

Debemos comenzar por respetar las filas, por no acceder a servicios que en verdad no necesitamo­s, por competir con inteligenc­ia y no con dinero, debemos cambiar la cultura del vivo a la cultura ciudadana

Nadie nos ha robado nada, somos nosotros quienes hemos regalado todo al formarlos a ellos en lo individual y no en lo ciudadano. ¿Dónde comienza la corrupción?

* Taller de Opinión es un proyecto de El Colombiano, EAFIT, U. de A. y UPB que busca abrir un espacio para la opinión joven. Las ideas expresadas por los columnista­s del Taller de Opinión son libres y de ellas son responsabl­es sus autores. No compromete­n el pensamient­o editorial de El Colombiano, ni las universida­des e institucio­nes vinculadas con el proyecto.

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