EL PRESIDENTE QUE LE DIJO SÍ A LA PAZ
En estos tiempos en los que ya casi nadie escribe cartas, hace tres años me sorprendió recibir una. No tenía sellos postales. Me la enviaron a través de un servicio de mensajería. Cuando abrí el sobre y vi el nombre del remitente, pensé que todo era producto de una equivocación. En