La intrepidez inca conquistó corazón de La 13
Alejandro Paz fue el ganador del evento Urban Bike que congregó a 80 pilotos. Medellín, epicentro de prácticas extremas
Las estrechas calles y empinadas escaleras de la Comuna 13 fueron la pista perfecta para que el peruano Alejandro Paz demostrara toda su capacidad descendiendo en bicicleta. Terminó primero en el Urban Bike nocturno que realizó el Inder de Medellín el domingo.
El 13 veces campeón de Perú y quien ajusta 17 años en esta disciplina, respondió a su favoritismo con un tiempo de tres minutos y cuatro segundos, superando por cinco segundos al colombiano Sebastián Posada. El podio de la categoría élite lo completó Felipe Rodríguez, con 10” más que el ganador.
Pero no solo los deportistas se gozaron el recorrido. La comunidad vibró y, de forma masiva, salió a las puertas y balcones de sus casas para animar el paso de los 80 corredores inscritos en la prueba.
“Esto es una hermosa experiencia, me emociona mucho lo que viví porque es lindo ver la alegría de los niños y de la gente en general. Ojalá pueda volver, porque me gustó mucho esta competencia. La carrera fue súper buena, en una pista muy técnica y exigente. Tuve que bajar muy medido y fue una buena estrategia para no cometer errores”, manifiesta el vencedor.
“Me voy agradecido con la gente por el recibimiento y el cariño tan bonito que nos dieron a todos”, agrega.
La otra cara de La 13
Camilo Andrés Castañeda, líder del sector y quien hizo parte de la planificación y ejecución del evento, sostiene que con este tipo de competencias se demuestra que en la Comuna 13 también hay gente buena, que trabaja por el bienestar de los residentes y para cambiar la imagen que tiene el sector.
“Esta es la tercera edición del evento en la zona, pero la primera nocturna, tuvimos mucha aceptación de los deportistas que se exigieron al máximo y terminaron felices”, asegura Castañeda.
Steven Ceballos, otro de los participantes, quien ya había estado en este escenario en las otras dos ediciones, resaltó los saltos y obstáculos de la pista.
“Lo más importante era tener una buena linterna para mantener la visibilidad en el recorrido, nunca había corri- do de noche y lo disfruté. Me encanta esta propuesta de traer el dowhill a este sector de la ciudad, que es un gran escenario para hacer buenos eventos y sobre todo porque es una oportunidad para que la cultura del deporte ayude a cambiar esa imagen que tenía el sector por la violencia”, expresa Ceballos.
De esta manera se cerró una nueva edición de Urban Bike, el certamen que no solo congrega a los mejores pilotos del país y naciones vecinas sino a toda una comunidad que disfruta con las locuras de los intrépidos corredores