Bombarderos rusos en Venezuela, ¿provocación?
Las aeronaves estratégicas, que tienen capacidad para lanzar armas nucleares, ya participaron en el conflicto que hay en Siria.
El pasado domingo el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, denunció que desde la Casa Blanca “se puso en marcha un intento por perturbar la vida democrática de Venezuela” y curiosamente, un día después, en el aeropuerto de Maiquetía de Caracas, aterrizaron dos bombarderos rusos con capacidad nuclear Tu-160, que estarán en ejercicios de defensa con las Fuerzas Armadas de ese país.
A parte de las dos aeronaves, Rusia llevó otros dos aviones de transporte y un centenar de militares que fueron recibidos por el ministro de Defensa, general Vladimir Padrino López, quien aseguró que los ejercicios buscan garantizar la defensa de su país frente a amenazas externas.
“Debemos decir al pueblo de Venezuela y al mundo que fueron los aviones, dos de ellos bombarderos nucleares que llegaron a Venezuela.
así como estamos cooperando en diversas áreas de desarrollo para ambos pueblos, también nos estamos preparando para defender a Venezuela cuando sea necesario”, dijo.
Mauricio Jaramillo, profesor de Ciencia Política de la Universidad del Rosario, ve en estos ejercicios militares la intención de proyectar una imagen de que Nicolás Maduro aún tiene importante apoyo internacional.
“Se trata dejar una imagen de un Maduro que no está aislado y que el hecho de que recibiera sanciones de países de América Latina y EE. UU., e incluso Europa, no implica que está acorralado. Esto es una señal que tiene aliados en el mundo, especialmente Rusia”, explicó el docente.
Agrega Jaramillo que Colombia ante esta situación debe ser cauta, porque “tradicionalmente quien ha sido víctima de señalamientos en la región, muchas veces infundados, ha sido Colombia”.
Por su parte, Néstor Rosanía, Director del Centro de Estudios de Seguridad y Paz, coincide en que políticamente el bloque aliado de Venezuela sigue fortalecido, “y con estos ejercicios, los acuerdos que tienen entre esos países se fortalecen”. Sin embargo, también cree que lo que puede interesar a Colombia es que en ese centenar de militares que también llegaron a Caracas en los aviones de transporte, “hay un grupo importante de
personas que llegan a actualizar equipos y armamento ruso que poseen las Fuerzas Armadas de Venezuela”.
Para Erich Saumeth, analista e investigador en temas de defensa y seguridad, los ejercicios entre Rusia y Venezuela “no tienen ningún tinte pacífico”, más si se tiene el riesgo de que se repita lo que ocurrió en 2013, cuando dos bombarderos rusos (también Tu-160), violaron espacio aéreo colombiano al dirigirse de Venezuela a Nicaragua y realizando maniobras de guerra electrónica.
La opinión de este analista, sobre lo que debería de hacer Colombia se resume en adquirir capacidades mínimas disuasivas para negar el espacio aéreo nacional a posibles agresores desde el país vecino.
“Se deben materializar proyectos como un sistema de misiles de mediano y largo alcance y también hacer realidad el proceso de modernización de la flota de cazas de combate de la Fuerza Aérea Colombiana”, explicó Erich.
Provocación o no, el Gobierno de Colombia, por medio de el ministro de Defensa Guillermo Botero, afirmó que las maniobras militares de Venezuela no son nuevas y que las Fuerzas Armadas de Colombia han actuado siempre con una “prudencia a toda prueba”