Ese gran golpe que dan Lili y Aleja
La pasión por este deporte siempre las mantuvo “en Pie”. Exhiben talento en jaula del Palermo.
De niña, Liliana González Bolívar añoraba practicar karate, incluso su padre, Ómar, la respaldaba, pero el no rotundo de su madre Lucelly le impidió acercarse a él.
Practicó entonces patinaje, atletismo y hasta fútbol, pero en su interior sentía que los deportes de combate la seguían atrayendo como un imán, tanto que, hace tres años, cuando tenía 22 de edad, y convertida en diseñadora gráfica, esta medellinense dio paso a esa vida que la llena de orgullo y alegría, pese a que sus padres los llenó de susto al incursionar en las artes marciales mixtas (MMA).
“Como dicen por ahí, mi madre ya se dio al dolor, y aunque sufre cuando sabe que voy a pelear, ya se convirtió en una de las principales personas que me apoyan”, asegura Liliana, quien hará parte hoy de la tradicional velada de MMA conocida como el Último Guerrero en Pie, en el colegio Palermo San José, cerca al parque Lleras de El Poblado.
“La gente puede creer que este deporte es solo golpes, pero en realidad se convierte en un estilo de vida. Se adquiere mucha disciplina, respeto por el prójimo”, indica la deportista de la escuela Hwarangdó, y quien en el único duelo femenino de la cartelera de esta noche se enfrentará, por primera vez, a la también paisa Alejandra Guarín (Kio Guerreros) en la división de los 52 kilogramos.
Liliana encarará su sexta pelea. En la modalidad de San Da -combate libre- suma dos triunfos, mientras que en jaula acumula dos derrotas y una sola victoria.
“Así se tengan varias peleas, la siguiente siempre se sentirá como la primera. Es una acumulación de sentimientos enredados: alegría, nervios, me pasa de todo por la cabeza”, dice González, quien tiene una meta clara en esta especialidad. “Llegar a la UFC- máxima categoría de este deporte- es una tarea complicada y más por mi
edad, pero mi misión es aportar al crecimiento de las artes marciales en el país, que las mujeres vean que es un buen camino para salir adelante, para fortalecerse más”, cuenta Liliana que, sin descuidar su pasión, cursa segundo semestre de Entrenamiento Deportivo en los claustros de la Universidad de Antioquia