DE LOS QUE MÁS SE ABUSA
- Opiáceos, como la oxicodona (Oxycontin, Roxicodone) y los que contienen hidrocodona (Vicodin, Lortab, Norco), utilizados para aliviar el dolor. - Medicamentos contra la ansiedad y sedantes, como el alprazolam (Xanax) y el diazepam (Valium) e hipnóticos, como el zolpidem (Ambien), utilizados para tratar los trastornos de ansiedad y del sueño. - Estimulantes, como el metilfenidato (Ritalin, Concerta y otros), la dextroanfetamina y anfetamina (Adderall XR) y la dextroanfetamina (Dexedrine), utilizados para tratar el trastorno de déficit de atención como hiperactividad (TDAH) y ciertos trastornos del sueño.
Esto, aclara Montoya, pasa si hay ingesta de dosis muy altas, pero también depende de cada individuo. Hay que tener en cuenta que los efectos cambian en cada persona y hay algunas con más sensibilidad que otras, o incluso con predisposiciones a enfermedades del corazón.
De acuerdo con estudios del Centro de Información y Estudio de Medicamentos y Tóxicos (Ciemto), con datos de pacientes del sistema de salud local, la primera causa de intoxicación en Antioquia son los medicamentos, en la mayoría de casos por el uso irracional y excesivo.
En Colombia, según un estudio de la Clínica de la Universidad de La Sabana, publicado en Journal of Pharmacy and Pharmacology, los problemas asociados a la mala administración de medicamentos, entre ellos la desinformación, los errores de prescripción, el abuso y la automedicación son la sexta causa de muerte en Colombia y le cuestan al sistema de salud cerca de 1.000 millones de pesos al año.
Sobre la cantidad
En los últimos 15 años las entidades de salud han generado una gran advertencia: los medicamentos hacen parte de la cura y a su vez de la enfermedad. Montoya asegura que la tercera causa de muerte en el mundo se da por el mal uso de medicamentos. Y agrega: “Con la información que rueda por internet la gente consume muchos más y los doctores están desconociendo qué interacciones se están produciendo”.
Con el analgésico con el que más tienen cuidado los especialistas para evitar sobredosis es con el acetaminofén. Cuando hay un consumo superior a 7,5 gramos, en promedio, hablan de una toxicidad. Pero esto depende del peso del paciente. Los riesgos son mayores a nivel gastrointestinal y hay algunos individuos que presentan un compromiso importante a nivel del sistema nervioso central.
El ibuprofeno, por otro lado, puede llevar a comprometer varios órganos, incluso pacientes que se hayan intoxicado podrían tener que continuar en seguimiento con hemogramas para que los médicos determinen efectos a nivel de la sangre.
Aunque esa pastillita blanca se vea muy saludable, la haya usado mucho o le haya servido antes, no abuse. Pregúntele a su médico. Esa siempre es una buena receta