El Colombiano

La FLA, con sellos de duda

Para Rentas, los sellos presuntame­nte suecos no cumplen. Contratist­a se negó a probar la procedenci­a.

- Por GERMÁN JIMÉNEZ MORALES

La Fábrica de Licores de Antioquia contrató con la Imprenta Nacional 26 millones de sellos de seguridad para su aguardient­e. El 20 % del lote, supuestame­nte de origen sueco, tuvo problemas. Según expertos, el mecanismo es defectuoso y fácil de “piratear”.

La estatal Fábrica de Licores de Antioquia (FLA) dio muchas vueltas para que le hicieran 26 millones de sellos antifraude para sus botellas de aguardient­e: firmó un convenio de $7.000 millones con la Imprenta Nacional, que no era experta en el tema; esta contrató, a dedo, a una empresa privada, Accesos Holográfic­os, que aseguró haberlos mandado a fabricar en Suecia.

Sin embargo, ninguna de las tres empresas le mostró a EL COLOMBIANO copia de los registros de importació­n de las etiquetas que, en concepto de Rentas Departamen­tales, no cumplen con su propósito, porque se pueden quitar de los envases del licor lícito y luego se podrían poner en el “guaro” adulterado.

Juan Carlos Sánchez Sánchez, oficial retirado de la Armada Nacional, que dijo tener 18 años enfrentand­o a las mafias de la falsificac­ión de productos, relató que el negocio comenzó a gestarse a comienzos de 2017, con una llamada que él hizo a la FLA. En Mercadeo le indicaron que el tema era del resorte del gerente General, Iván Correa Calderón, con quien luego se sentó en un comité en el que también estuvieron directivos de la Jurídica y Producción.

La tecnología lenticular que ofreció, patentada por Rolling Optics, de Suecia, atrajo la atención del gerente General de la licorera antioqueña. La mayor virtud del sello, según comentó el empresario, es que a simple vista el consumidor identifica el producto legal. Esto, gracias a la palabra “original” que se ve en holograma en el fondo y que se acompaña con un logo de la FLA, no tridimensi­onal, sino plano. La licorera le pidió cotizacion­es y precisione­s sobre la implementa­ción y la capacitaci­ón de los distribuid­ores y de las autoridade­s que tienen la tarea de meter en cintura a los ilegales.

“Empezamos a armar el proyecto como tal. Eso duró desde febrero, más o menos que empezamos, hasta que lo concretamo­s en agosto, con un contrato”, aseguró en entrevista personal Juan Carlos Sánchez Sánchez, responsabl­e en Suramérica de los negocios del grupo empresaria­l mexicano Accesos Holográfic­os, quien dijo haber tocado también las puertas de las licoreras de Caldas, Valle y Cundinamar­ca.

“Accesos Holográfic­os Sucursal Colombia no tocó las puertas de la FLA”. La afirmación es del gerente General de la licorera, Iván Correa Calderón, quien negó haber participad­o en esas reuniones del 2017 con los empresario­s privados. La declaració­n oficial del funcionari­o le llegó a EL COLOMBIANO en un archivo de Word, que al mirar en sus propiedade­s identifica como autor del documento a “Juan Carlos Sánchez Sánchez”.

El archivo aparece como modificado por Santiago Arango Ríos, abogado de la Jurídica de la FLA. Tanto el jurista, como el gerente General, dijeron no conocer a Sánchez Sánchez, un personaje que según el área de Nómina no labora en esa industria licorera.

¿Qué hay detrás?

Aunque Accesos Holográfic­os reconoció haber adelantado todo el negocio, la FLA no la contrató directamen­te. Para entregarle el contrato, la licorera utilizó la mediación de la Imprenta Nacional de Colombia, que carecía de experticia en esa materia.

En los estudios previos del contrato, funcionari­os de la FLA conceptuar­on que, de 8 proveedore­s de sistemas de seguridad analizados, “el ofrecido por la Imprenta Nacional ofrece la mejor tecnología”. A la hora de justificar esa negociació­n, se afirmó que la Imprenta “cuenta con la patente de la tecnología de imagen lenticular”.

El convencimi­ento era tal, que Luis Pérez Gutiérrez, mandatario regional, sugirió en Consejo de Gobierno, del 12 de julio de 2017, “que se implemente esta tecnología como reemplazo de la estampilla en Antioquia que es donde más se falsifica el aguardient­e”.

EL COLOMBIANO confirmó con Octavio Villamarín Abril, gerente General de la Imprenta Nacional desde el 4 de septiembre de 2018, que la entidad no tiene la patente de las etiquetas de seguridad con tecnología micro-óptica de Rolling Optics. En los archivos de la empresa lo que sí reposa es una autorizaci­ón de esa fir- ma sueca a la Imprenta “para comerciali­zar” tales etiquetas.

Usar a la Imprenta como un intermedia­rio que no agrega valor le costó a la FLA más de $787 millones, que se explican así: el convenio con esta compañía estatal se firmó el 3 de agosto de 2017, por $7.000 millones. Y, el 31 de agosto de 2017, Accesos Holográfic­os sucursal en Colombia firmó por $6.212.266.500 el contrato con la Imprenta, una entidad pública que, vale decir, en ese momento era gerenciada por Jaime Oswaldo Neira La Torre, hoy investigad­o por la Procuradur­ía por presuntas irregu-

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FOTO JAIME PÉREZ
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