Así cuida nuestro Ejército los bienes estratégicos del país.
Además de enfrentar a criminales, el cuidado de la infraestructura y proyectos, son labores de los militares.
La semana pasada se conoció el pedido que la multinacional minera Gran Colombia Gold (GCG) le hizo al gobierno colombiano para que se realice una intervención militar en los municipios de Segovia, Remedios (Antioquia) y Marmato (Caldas), por “los preocupantes” efectos que ha tenido la explotación ilícita de yacimientos mineros en las áreas mineras donde se encuentra dicha empresa.
Este tipo de solicitudes de compañías públicas o privadas son más comunes de lo que se cree y solo en esta zona del país (Antioquia, Córdoba, Chocó, Santander y Sucre), las Fuerzas Militares tienen en su misionalidad el cuidado de por lo menos 20 estratégicos de gran importancia como proyectos energéticos, de infraestructura, viales, mineros, entre otros.
Solo en los departamentos mencionados, hay más de 15 centrales hidroeléctricas, al menos cuatro minas de oro de gran envergadura, corredores viales, y dos oleoductos, entre otros bienes del Estado (ver infografía), que deben ser custodiados de diferentes amenazas como los grupos armados ilegales.
Estos esfuerzos se deben sumar al los que comúnmente se tienen en todo el territorio nacional como el combate contra grupos guerrilleros, bandas criminales y otros delitos como extorsión, homicidio y secuestro.
“En esta oportunidad se pidió que esta intervención militar sea similar a la que se hizo en Buriticá”, dijo José Ignacio Noguera, Vicepresidente de asuntos corporativos de Gran Colombia Gold, refiriéndose a las acciones de las autoridades en ese municipio del occidente antioqueño y que ayudó a estabilizar el orden público y así garantizar el desarrollo de proyectos mineros que allí se adelantan.
“Ahí hay un esfuerzo muy grande de Ejército con Policía para que el proyecto salga adelante y, en 2020, pueda iniciar su producción”, agregó el general Juan Carlos Ramírez, comandante de la Séptima División del Ejército.
Hidroituango, mayor desafío
La central hidroeléctrica se ha convertido en el mayor reto de los últimos años para la Fuerza Pública.
La construcción de este activo estratégico no solo necesitó de toda una planeación de seguridad, también cobró, entre 2010 y 2016 (antes de la dejación de armas de las Farc), la vida de 33 militares que tenían como misión el cuidado de las comunidades vecinas y de las obras que se hicieron en una zona con histórica presencia del exgrupo guerrillero.
Pero la seguridad no solo se limitó a las áreas que rodean Hidroituango, el Ejército también debió disponer de una protección especial de toda la instalación de la interconexión de la hidroeléctrica que va desde la represa hasta otras regiones del país, un “megaproyecto” de 700 kilómetros de líneas de transmisión, que es fundamental para garantizar la confiabilidad del sistema eléctrico nacional por la conexión que tendrá entre varias de las principales hidroeléctricas.
Intercolombia, empresa de ISA, que es la encargada de ese trabajo, afirma que la Fuerza Pública “toma un papel protagónico en la prevención de atentados y de accidentes con explosivos, entre otros delitos de los cuales hemos sido víctimas en el pasado”.
El general Ramírez explicó que el cuidado de este tipo de bienes estatales es una responsabilidad que tienen muchos ejércitos en el mundo ante la posibilidad de amenazas internas o externas.
“Todos estos lugares son activos de la nación, sitios donde hay posibilidades de desarrollo para las comunidades y cuando están amenazados, se hace necesario prestar seguridad de áreas o puntos. Eso se llaman operaciones de seguridad y defensa que ayudan al control institucional del territorio”, dijo el oficial
“Todos estos son activos de la nación, sitios donde hay posibilidad de desarrollo para las comunidades”. GENERAL JUAN CARLOS RAMÍREZ Comandante VII División del Ejército.