Maduro y el ajedrez Geopolítico
Según diversos analistas y medios informativos el segundo mandato de Maduro empieza con un manto de ilegitimidad. Yo, por el contrario, sigo considerando que la legitimidad no es absoluta, siempre será relativa, más cuando se trata del reconocimiento de un poder a nivel internacional y, en particular Venezuela, que siempre ha estado en la lupa de diversas potencias por considerarlo un aliado estratégico. En este contexto lo que menos importa es la democracia. Es claro que ya no existe en Venezuela. La pregunta es ¿por qué se mantiene Maduro? Y es porque es una ficha clave dentro del ajedrez geopolítico contemporáneo. Tal vez los países que conforman el Grupo de Lima y Estados Unidos estarán ausentes en la posesión, pero lo clave será analizar las delegaciones de algunas potencias que seguro estarán acompañando al dictador. Recordemos que desde el año 2005 se empezó a observar la llegada de potencias extracontinentales a América Latina: Rusia, China, Irán e incluso Turquía. Todos aliados estratégicos de Venezuela en temas económicos e ideológicos al ser contradictor de Estados Unidos. El dictador es el hombre clave de Rusia y China en la región. Por eso habrá Maduro para rato o, tal vez, un sucesor un poco conciliador, pero que continuará con la misma línea internacional. Hay que recordar que desde agosto de 2017 las dos potencias respaldaron la Asamblea Nacional Constituyente, establecieron una agenda a 2030 para recuperar la economía, mantienen una alta cooperación en materia de seguridad y advierten sobre los peligros de una intervención militar. Lo que hay de fondo es entonces un pulso geopolítico. Los países del eje estadounidense no deben olvidar que Venezuela no juega en solitario y que sus principales aliados han demostrado en los últimos años que son capaces de desafiar el orden mundial.