Premiado estudio del nivel del mar
La francesa Anny Cazenave, el australiano John Alexander Church y el británico Jonathan Gregory fueron los investigadores galardonados con el Premio Fronteras del Conocimiento de la Fundación BBVA en su categoría de cambio climático, undécima edición.
Cazenavem Church y Gregory ven así reconocidas sus investigaciones a la hora de “detectar, entender y proyectar la respuesta del nivel del mar a escala global y regional al cambio climático debido a la acción humana”, según el acta del jurado.
Sus estudios indican que este incremento podría llegar a superar el metro de altura para finales de siglo, lo que afectaría a unos cien millones de personas de zonas costeras, recuerda la fundación en el comunicado que anuncia los ganadores del premio con 457.000 dólares.
Cazenave es directora de Ciencias de la Tierra en el Instituto Internacional de Ciencias Espaciales en Berna; Church, catedrático de la Universidad de Nueva Gales del Sur, (Australia), y Gregory, catedrático del departamento de Meteorología de la Universidad de Reading (Reino Unido).
La fundación recordó que el aumento del nivel del mar “es uno de los valores más difíciles de cuantificar para la comunidad científica” y los propios premiados han destacado al recibir este reconocimiento vía videoconferencia “el reto que ha supuesto tomar estas pequeñas medidas desde los satélites” para elaborar sus mediciones.
Los tres galardonados han mantenido una posición “proactiva” a la hora de luchar contra este problema ya que, como indicó Gregory, “aún estamos a tiempo de mitigarlo y reducir su impacto” y en el caso concreto del nivel del mar “podemos influir sobre cuánto aumentará y cómo de rápido ocurrirá”.
Coinciden en “sentirse frustrados por la falta de información de la sociedad respecto al cambio climático” y a la falta de “acciones políticas concretas” que se tomen, si bien Cazenave precisó que “en Europa la población cada vez es más consciente”.
“El nivel del mar está aumentando a un ritmo cada vez mayor”, señaló Church, su crecimiento “desde mediados del siglo XIX ha sido mayor que el ritmo medio en los pasados dos milenios y las observaciones revelan una aceleración que probablemente continuará en el futuro”