Impulso privado a zonas rurales
El fortalecimiento empresarial y la reducción de intermediarios son claves para el desarrollo agrícola.
Son varias las iniciativas que los empresarios antioqueños respaldan con el propósito de impulsar el desarrollo del sector agropecuario, y en particular de las Zonas más Afectadas por el Conflicto Armado (Zomac).
En Antioquia, la Cámara de Comercio de Medellín, participa en la ejecución del proyecto de Fortalecimiento Empresarial y Creación de Redes de Proveeduría en Municipios Zomac, como Yarumal, Valdivia, Campamento y Briceño, en el norte del departamento.
El año anterior, 27 personas de diferentes Espacios Territoriales de Capacitación y Reincorporación se vincularon a la iniciativa que busca consolidar empresas con énfasis en economía solidaria y el desarrollo de procesos productivos y sostenibles (ver Para saber más).
Grandes empresas
El Grupo Éxito tiene una alianza con la Fundación Clinton, que permite adquirirles productos a pequeños agricultores y pescadores, fortaleciendo sus procesos de producción y comercialización.
Pablo Montoya, jefe de Sostenibilidad del Éxito, mencionó que con ese modelo se compran unos 1.300 productos a pequeños agricultores y pescadores de Antioquia, Atlántico, Bolívar, Boyacá, Cauca, Cundinamarca, Risaralda y Valle del Cauca.
Además, mediante la estrategia Comproagro 120 familias campesinas de Antioquia, Boyacá y Cundinamarca tienen la alternativa de vender sus productos sin intermediarios, contabilizando 230.000 unidades comercializadas.
Desde la presidencia de la Compañía Nacional de Chocolates, Juan Fernando Castañeda, destacó la puesta en funcionamiento del “Vivero de cacao para la paz”, ubicado en Codazzi, en el Cesar.
“Este programa busca fortalecer las iniciativas de producción de cacao y reconstrucción del tejido social de nuestro país. El proyecto se desarrolla en el Centro de Investigación Motilonia, de Agrosavia, y beneficiará a pequeños y medianos productores de cacao”, añadió.
El vivero se replicará en los Llanos Orientales, en el primer trimestre de este año, bajo el nombre de Nodo Cacaotero, en San Martín, Meta, en alianza con la agencia de cooperación canadiense Socodevi y la multinacional Repsol.
“Este programa tendrá una ejecución inicial de cinco años, tiempo en el cual se espera generar nuevas capacidades y conocimientos para el cultivo sostenible del cacao. Pensamos que mejorará la calidad de vida de las familias que habitan los territorios del posconflicto, como un aporte a la construcción de paz”, comentó el empresario, quien estimó que los viveros tendrán una capacidad de producción de dos millones de plántulas de cacao al año