TURQUÍA TIENE UN PLAN PARA RESTAURAR LA PAZ EN SIRIA
El presidente Donald Trump tuvo razón en retirarse de Siria. Sin embargo, la retirada de los Estados Unidos debe planificarse cuidadosamente y realizarse en cooperación con los socios adecuados para proteger los intereses de los Estados Unidos, la comunidad internacional y el pueblo sirio. Turquía, que tiene el segundo ejército perma- nente más grande de la OTAN, es el único país con el poder y el compromiso para realizar esa tarea.
En 2016, Turquía se convirtió en el primer país en desplegar tropas de combate terrestres para luchar contra el llamado Estado Islámico en Siria. Nuestra incursión militar cortó el acceso del grupo a las fronteras de la OTAN e impidió su capacidad para llevar a cabo ataques terroristas en Turquía y Europa.
A diferencia de las operaciones de la coalición en Raqqa y Mosul, que dependían en gran medida de ataques aéreos realizados con poca o ninguna consideración por las víctimas civiles, las tropas turcas y los combatientes del Ejército Sirio Libre iban de puerta en puerta para erradicar a los insurgentes en alBab, una antigua ciudadela del llamado Estado Islámico.
Nuestro enfoque dejó la infraestructura central de la ciudad en gran parte intacta e hizo posible que la vida volviera a la normalidad en unos días. Hoy, los niños están en la escuela de nuevo, un hospital financiado por Turquía atiende a los enfermos y los nuevos proyectos empresariales crean empleos y refuerzan la economía local. Este ambiente estable es la única cura para el terrorismo.
Turquía está comprometido con derrotar al Estado Islámico y otros grupos terroristas en Siria, porque el pueblo turco está demasiado familiarizado con la amenaza de extremismo violento. En el 2003, cuando me convertí en primer ministro, ataques coordinados por al- Qaida acabaron con docenas de vidas en Turquía.
Más recientemente, los así llamados terroristas del Estado Islámico se enfocaron en nuestros ciudadanos, nuestro estilo de vida y la visión del mundo inclusiva y moderada que nuestra civilización representa. Hace unos años, el grupo terrorista me llamó “Satanás traicionero”. Vimos el horror en los rostros de miles de cristianos y yazidis, que buscaron refugio en Turquía cuando estos terroristas los atacaron en Siria e Irak.
Digo esto de nuevo: no habrá victoria para los terroristas. Turquía seguirá haciendo lo que tiene que hacer para asegurar su propia seguridad y el bienestar de la comunidad internacional.
Hablando militarmente, el así llamado Estado Islámico ha sido derrotado en Siria. Sin embargo nos preocupa profundamente que algunos poderes externos podrían usar los restos de la organización como una disculpa para entrometerse en los asuntos internos de Siria.
Una victoria militar contra el grupo terrorista es apenas un primer paso. La lección de Irak, donde nació este grupo terrorista, es que las declaraciones prematuras de victoria y las acciones irresponsables que tienden a incitar crean más problemas de los que solucionan. La comunidad internacional no puede cometer el mismo error de nuevo hoy.
Turquía propone una estrategia integral para eliminar las causas fundamentales de la radicalización. Queremos asegurarnos de que los ciudadanos no se sientan desconectados del gobierno, los grupos terroristas no pueden aprovecharse de las quejas de las comunidades locales y la gente común puede contar con un futuro estable.
El primer paso es crear una fuerza estabilizadora con combatientes de todas las partes de la sociedad siria. Solo un cuerpo diverso puede servir a todos los ciudadanos sirios y llevar la ley y el orden a varias partes del país. En este sentido, me gustaría señalar que no tenemos ningún argumento con los kurdos sirios.
Luego de la retirada de Estados Unidos de Siria, completaremos un proceso intensivo de investigación para reunir a los niños soldados con sus familias e incluiremos a todos los combatientes sin vínculos con organizaciones terroristas en la nueva fuerza de estabilización.
Asegurar representación política adecuada para todas las comunidades es otra prioridad.
Es hora de que todas las partes interesadas unan fuerzas para acabar con el terror desatado por el Estado Islámico, un enemigo del islam y los musulmanes de todo el mundo, y para preservar la integridad territorial de Siria. Turquía se ofrece voluntariamente a asumir esta pesada carga en un momento crítico de la historia