El costo del “sí” en Las Vegas
Experiencia del usuario en el servicio se convierte en una de las razones para contraer nupcias allá. Hay planes desde 58 hasta 700 dólares.
Al año hay al menos 80 mil solicitudes para celebrar matrimonios en esta ciudad de Estados Unidos. Puede hacerlo desde 58 dólares. Lea detalles.
Maximo Rizzo ( de 29 años) debe tener 1,85 centímetros de altura, es de Italia. Camina por Las Vegas Boulevard de la mano de Paula Busquets, española de 28 años y su novia desde hace tres.
Él debe pesar unos 120 kilos, tiene el torso ancho. Lleva bermudas color café y una camisa negra, además de una banda cruzada en la que se lee: “Just Married (recién casados)”. Visiblemente nerviosa Paula dice: “Estamos en Las Vegas, había que hacerlo. Nadie en la familia lo sabe o sabrá por un buen tiempo” (razón por la que pidieron cambiar sus nombres).
Paula pagó 145 dólares por una boda sencilla en una de las 500 capillas de matrimonios que tiene Las Vegas, y que según cálculos del Condado de Clark Lynn Goya (jurisdicción para la ciudad), reciben en promedio, al año, 80 mil solicitudes de licencias para contraer matrimonio. Situación que le da para convertirse en otro de los negocios que sostienen a la ciudad, después de espectáculos y entretenimiento, así como juegos de azar.
Esas 80 mil solicitudes de licencia matrimonial se traducen en algo más que el pago del papeleo para oficializar el vínculo entre dos perso-
nas (sin importar su género). Lo que en realidad suma para que sea considerada como una actividad económica “relevante” son los servicios extra que se ofrecen. Hay bodas sencillas, de 20 minutos, que pueden valer 58 dólares. Otras de 700, que incluyen un recorrido en helicóptero.
El dinero que entregó Paula contribuye a los 2 mil millones de dólares que recibe la ciudad, cada año, por este negocio, según información de Clark Lynn Goya.
Sin embargo, este valor es incipiente frente a los 96 mil millones de dólares, que de acuerdo con la Universidad de Las Vegas, es el Producto Interno Bruto de la ciudad.
En realidad lo que parece ser el gancho del negocio es la experiencia de usuario. A Paula y Maximo los casó lo que para ellos parecía ser un Elvis Presley asiático.
“Cuando terminó la ceremonia, y pensábamos que sólo nos teníamos que ir, tiró un ramo de rosas y empezó a cantar She wears my ring (Ella usa mi anillo)”.
“Lo hicimos porque nos amamos, creemos que vamos a compartir el resto de la vida. No fue sólo una decisión de probar lo que vemos en películas. Además, por el dinero que pagamos está bien. Si queremos simplemente oficializarlo en España, que es donde vivimos, bastará con legalizar la licencia que nos acaban de dar”, dice Maximo, antes de tomar un trago de un cóctel de 13 dólares que venía incluido en el plan por el que Paula pagó.
Tanto Paula como Maximo concuerdan en decir que es una opción mucho más económica, incluso si se seleccionan paquetes más caros, como los servicios de 700 dólares, que incluyen además de los viajes en helicóptero, sitios mejor decorados, una recepción después de la ceremonia, vestuario y la estadía de la pareja en algún hotel de la ciudad.
Es un precio competitivo, más si se tiene en cuenta que según el portal especializado en la organización de bodas en Estados Unidos TheKnot.com el gasto promedio que destinan las parejas que buscan tener un matrimonio más tradicional, puede situarse en cerca de 30 mil dolares, algo asi como unos 90 millones de pesos.
Durante las próximas dos semanas Maximo y Paula recorrerán Las Vegas, Nueva York y Washington luciendo los anillos por los cuales Maximo pago 95 dólares en una joyería ubicada en la zona más vieja de Las Vegas. Tan pronto lleguen a Barcelona, se quitarán los anillos y los guardarán hasta el momento en que decidan tener un matrimonio en el que sus familiares y amigos estén presentes (ver Radiografía)