“Autoridad ambiental no frena sola la degradación”
El saliente director de Corantioquia, Alejandro González, destaca esfuerzos ambientales, pero lamenta que minería ilegal y deforestación persistan.
Cada vez el medio ambiente se prioriza más en la agenda ciudadana del país. Y tiene que ver con la conciencia que sobre el tema se ha adquirido, también con el control que realizan algunas corporaciones autónomas.
Entre ellas está Corantioquia a la que le ha correspondido asumir determinaciones que han tocado prácticas de contaminación en afluentes, minería ilegal y deforestación, en algunos casos con riesgo para sus funcionarios en el territorio.
Alejandro González Valencia, el director saliente de esa entidad, durante los últimos siete años lideró procesos complejos en poblaciones en las que confluyen cultivos ilícitos, minería y estructuras criminales. Tras su dimisión a la corporación, González habla sobre las dificultades que vivió en su cargo y los pendientes de esa autoridad y el departamento en materia ambiental.
¿Cuáles retos están pendientes en el departamento?
“Antioquia tiene dos retos en materia ambiental: la deforestación, que lamentablemente se ha mezclado con actividades ilícitas, cultivos, minería. Y la minería ilegal, que genera grandes afectaciones ambientales. En esto se tiene que concentrar el departamento. Hay un liderazgo de Gobernación, de las entidades ambientales, se hace bien la tarea, pero hay que seguirla reforzando”.
¿Y cómo hacerle frente a esas problemáticas?
“No es solamente una tarea de autoridades ambientales. No vamos solas a detener los cultivos ilícitos. A pesar de que trabajamos, aún falta mucho por hacer. Uno muchas veces se siente impotente de ver cómo se degrada el medio ambiente y no tener la capacidad de detener esas afectaciones y daños ambientales. No poder frenar la deforestación y la minería”.
¿Cuáles son los territorios más críticos?
“Bajo Cauca y Nordeste. En Remedios y Segovia se juntan con más fuerza la minería y deforestación, agravado con una mezcla de situaciones que tienen que ver con la existencia de la minería tradicional, que es parte de la historia de Antioquia, porque primero surgió esta y después vinieron los pueblos.
Pero en esos municipios se mezclan la minería ancestral, con actores ilegales que extorsionan, y la presencia de una multinacional que trabaja a gran escala la minería. Cuando tienes eso en un territorio sucede lo del Nordeste: paros, cultivos y estructuras ilegales. Son zonas propensas a que esos elementos generen, además de problemas ambientales, otros de índole social”.
Muchos mineros informales vieron a Corantioquia como aliado de las multinacionales. ¿Cómo fue la tarea con estos trabajadores?
“Hay grupos mineros interesados en formalizarse, pero otros no. Se amparan en minería informal para desarrollar otros negocios. Eso es difícil de combatir desde nuestra autoridad. Estábamos haciendo bien el papel, y la muestra es que a la minería informal no le gustaba lo que hacíamos”.
¿Sintió temor en algún momento por esa labor en minería informal?
“Uno siente temor por funcionarios de Corantioquia, porque somos personas de civil, sin atribuciones de policía. Lo que buscamos fue mantener canales de comunicación con los informales a través de empresas mineras”.
¿Qué resalta de la gestión?
“Tenemos un trabajo bueno,
con la Gobernación, los alcaldes, los 80 municipios. De nuestra jurisdicción y el Ministerio de Ambiente. Resalto el trabajo en áreas protegidas: dejamos 16 áreas en la jurisdicción, 243.000 hectáreas, por primera vez declarando ciénagas y humedales, y en 2018 rematamos con la tercera ciénaga, Chiqueros en Puerto Berrío. Habíamos declarado Barbacoas, en Yondó, y el Sapo y Hoyo Grande, en Bajo Cauca”.
¿Qué otras declaratorias son claves?
“Es importante que Antioquia cuente con tres humedales protegidos, pero la declaratoria del alto de San Miguel del río Aburrá, fue clave. Lo otro es el saneamiento básico. Hicimos más de 30 proyectos de plantas de tratamiento de aguas residuales y colectores. Eso genera una mejora del recurso hídrico, de cómo le devolvemos las aguas a las fuentes. Eso sumado a la educación ambiental”