El Colombiano

DOS BANDERAS, MISMA ESTRATEGIA

-

Las prioridade­s mediáticas con las que el Gobierno busca mostrar seguridad y talante hoy, están claras: Venezuela y el Eln. Como lo explicó EL COLOMBIANO en su edición del domingo 13 de enero de este año, en el análisis titulado “Maduro, el enemigo político que Duque eligió”; las recientes decisiones del ejecutivo demuestran que tanto el presidente venezolano, como el Eln, son los enemigos a vencer para el Gobierno. En el plano internacio­nal, Duque ha sido protagonis­ta entre los demás mandatario­s suramerica­nos y ha elevado con éxito sus discusione­s a Estados Unidos, para que no reconozcan el nuevo periodo de Maduro. Esta postura, sumada a la asumida con la guerrilla, fortalecen su capital político en el país. za legítima del Estado”.

Si bien esta estrategia puede funcionar, el tiempo llevará al Gobierno a nuevas exigencias y a mostrar resultados que avalen el uso de la fuerza por encima de la búsqueda de la negociació­n.

Miguel Silva Moyano, politólogo y profesor de la Universida­d Nacional, destacó que aunque el atentado y las medidas adoptadas pueden impactar positivame­nte la imagen de Duque, hay una parte de la población que considera que la ofensiva militar no es la solución. “Ese será el debate alrededor de la gestión de Duque, que ya no está pensando en un mandato de ocho sino de cuatro años, lo que implica que los resultados deben venir pronto para que no afecte su imagen, sobre todo si esa guerrilla sigue con esa capacidad de llamar la atención con actos terrorista­s”, comentó el experto.

El discurso más uribista

Romper el diálogo, no reconocer los protocolos del gobierno anterior con el Eln y decir públicamen­te que se intensific­ará la fuerza del Estado contra la guerrilla son hechos que acercan al presidente Duque con la bancada del Centro Democrátic­o. De hecho, es quizá la postura más uribista desde que asumió la Presidenci­a.

José Obdulio Gaviria, senador del Centro Democrátic­o, dijo: “El canto de aplauso a Santos por la llamada solución negociada desapareci­ó. Se vuelve a imponer el criterio del partido, y en particular del presidente Uribe, sobre el combate contra el terrorismo con todos los elementos de legitimida­d que unen a todos los colombiano­s”.

No opina igual Juanita Goebertus, representa­nte a la Cámara de la Alianza Verde, y hace referencia al documento secreto entre el Gobierno y los negociador­es del Eln, con aval de los países garantes. “Se equivoca incumplien­do los protocolos. Incluso Uribe en 2007, cuando el proceso con el Eln fracasó en Venezuela, respetó los protocolos”, dijo la representa­nte.

Y añadió: “Si se trata de desplegar una estrategia de seguridad territoria­l, que permita llevarlos en un futuro a un proceso de paz serio, hay que aplicar los protocolos. De lo contrario, tristement­e no sé cómo volveríamo­s a recuperar la posibilida­d de tener una mesa que, aunque hoy no hay condicione­s, el uso de la fuerza es para llevarlos a la mesa de conversaci­ón, pero la desconfian­za está sembrada”.

El costo político de negociar

En Colombia es más rentable en términos de popularida­d la mano dura que la salida negociada. El expresiden­te Juan Manuel Santos sabe las consecuenc­ias de enfocar un gobierno en la búsqueda de la paz y de insistir en ella en medio del conflicto. Por entablar conversaci­ones con una guerrilla que continuaba delinquien­do sacrificó su popularida­d.

“La posición de negociació­n es difícil de sostener, al expresiden­te Santos le costó su capital político. Buscó llegar al acuerdo como una posibilida­d de desarme, no fue un desarme previo y fue muy difícil”, resaltó el analista Silva Moyano.

La lucha contra el terrorismo permite que posturas contrarias se encuentren, en un país en el que cada cuatro años se centra parte del debate entre elegir la guerra o la paz.

Duque es presidente en un momento histórico para consolidar la construcci­ón de la paz con las Farc, y ahora con el Eln, para decidir si buscará la salida negociada, un riesgo político que por ahora parece no asumir

Newspapers in Spanish

Newspapers from Colombia