El apóstol del teatro ahora tiene nuevo libro
Este lunes fue lanzada la publicación Teatro Carnal, que escribió el fundador de La Barca de los Locos antes de morir.
Entre apuntes, Bernardo Ángel Saldarriaga (19442018) comenzó a mezclar un estilo que no era ni poema ni ensayo ni artículo ni crítica. Era todo a la vez. Los llamó “Manifiestos”.
Algunos de los amigos que conocieron al actor y dramaturgo supieron que su interés por escribir era casi una puesta en escena. Lo hizo durante más de 60 años y en varios géneros: cuento, poesía y dramaturgia.
Según amigos que lo conocieron, lo hizo con pasión y sin miramientos de tiempo ni espacio. A cualquier hora y lugar tomaba cuadernos, borradores, hojas sueltas, a mano o con máquina de escribir.
Ayer fue lanzado el libro póstumo, Teatro carnal, con una selección de textos del artista antioqueño, exfundador del teatro La Barca de los Locos, fallecido en esta misma fecha, hace un año en Medellín (ver módulo).
Escribir
Es su tercera publicación y allí reúne algunas de sus obras dramáticas. El teatrero escribió durante casi seis décadas más de 84 textos y 500 manifiestos, aún inéditos.
“Creo que era más un literato que un actor, siempre estaba rayando y anotando algo. No eran ni escritos, era lo que él pensaba, mucho de teatro revolucionario”, comenta William Gómez, director de La Sucursal, sala del Centro de Medellín, y añade que le veía con una libreta de apuntes en sus bolsillos.
“Siempre pensaba que la vida era muy corta y que había que dar cuenta de sus demonios”, dice Lucía Agudelo, actriz que lo acompañó en escena durante 37 años en el grupo La Barca de los Locos, aún activo.
Ella describe su narrativa como muy nerviosa y llena de ideas. “Si no la transcribíamos ahí mismo la perdíamos porque a él no le daba el lápiz y el papel para contener lo que dictaba su mente”.
Lucía y su hermana, Luz Helena, alcanzaron a guardar varios textos escritos por el autor. Han sido como sus seguidoras, archivadoras y amanuenses.
Sus temas
William lo conoció hace 15 años. Luego de ver sus montajes cree que fue un hombre integral, entregado al arte y la política, que no abandonaba “la filosofía del actor y la crítica de la sociedad y el país”.
Hasta ahora habían sido publicados Transfiguraciones (2014), con manifiestos, y Teatro, locura y éxtasis ( 2018), que incluye cuatro de sus obras: La monja, Ni héroes ni mártires, Aúllan los lobos y Rumbo a las Indias. En todos ellos la crítica social era el denominador común, lo que se reflejaba en escena.
Lucía Agudelo lo compara con el escritor y dramaturgo francés Antonin Artaud, como un místico de las tablas: “Era como un apóstol del teatro, sentía que lo debía dar todo, posibilitar que su cuerpo estallara en mil pedazos a través del texto”.
“Estas obras son lo que he pensado / durante tanto tiempo... / Lo que he guardado en el altar del sueño”, dice un fragmento de su nuevo libro.
A otro puerto
Luego de 33 años de presentaciones semanales en el Parque Bolívar, esta semana La Barca navega a su nuevo espacio, en Plaza Botero.
Lucía se presentará el jueves 25 de abril con su obra La señora Mi, frente a los cipreses del Palacio de la Cultura. Como todos los monólogos que ha preparado, este también está basado en textos de Saldarriaga