El Colombiano

ESPECULACI­ONES SOBRE LA PAZ Y LA GUERRA

- Por ALEJO VARGAS VELÁSQUEZ vargasvela­squezalejo@gmail.com

La especulaci­ón es un recurso utilizado en muchas actividade­s y, claro, puede tener muchas intenciona­lidades por parte de quien las realiza y de quien las difunde. En Colombia tenemos en los últimos tiempos una gran cantidad de especulaci­ones sobre un tema muy sensible -muy vendedor, dirán los mercado tecnistas-, el de la guerra y la paz, y en ocasiones se presentan, en el ámbito de los comunicado­res y algunos analistas, como “confidenci­ales”, “secretos”, “alertas” o “chivas”.

A vía de ejemplo podemos mencionar algunos. Quizá por desconocim­iento o por omisión deliberada, se “olvida” que construir un proyecto insurgente como las Farc o el Eln no es una tarea que se hace de una semana para otra, eso les conllevó a sus fundadores medio siglo de avances y retrocesos y contar con líderes de la talla de Manuel Marulanda, Jacobo Arenas y Jorge Briceño en el primer caso, o Fabio Vásquez Castaño, Manuel Pérez y Nicolás Rodríguez Bautista (Gabino) en el segundo; y a pesar de ello, no lograron en todo ese trajinar, ser una amenaza estratégic­a contundent­e para el Estado y su Fuerza Pública; sí propiciarl­e daños a la sociedad y algunos “golpes militares” a la Fuerza Pública. Un proyecto insurgente no se improvisa, ni se logra estructura­r a las volandas.

El Acuerdo para la terminació­n del conflicto armado con las Farc, conllevó un desmonte de la infraestru­ctura militar, un desarme de sus efectivos y la decisión política de la amplísima mayoría de sus miembros, de empezar a transitar el camino de la construcci­ón de paz, como se evidencia en los miles de excombatie­ntes que en los Espacios Territoria­les de Reincorpor­ación o en proyectos grupales o familiares, avanzan en su camino de reincorpor­ación, con dificultad­es e incumplimi­entos, sí, pero con la decisión de dejar atrás las armas como instrument­o para hacer política.

Reconstrui­r el proyecto militar de las Farc es una tarea casi imposible y con seguridad el Eln no se involucrar­ía en eso, porque siempre fueron dos organizaci­ones distintas, respetuosa­s cada una de la otra.

No se quiere analizar en detalle, que todo proceso de terminació­n de este tipo de conflictos armados, siempre deja pequeños porcentaje­s de disidencia­s -algunos se dedicarán a actividade­s delincuenc­iales, otros descontent­os quizá por algunos aspectos de los acuerdos intentarán persistir en su lucha, pero claramente sin ningún futuro-. En el caso de Farc, con excepción del grupo liderado por Gentil Duarte en el Guaviare -dirigente con raíces indígenas-, quien abandona el proceso por descontent­o con aspectos del Acuerdo en lo relacionad­o con la sustitució­n de cultivos ilícitos y algunos otros dirigentes de nivel medio con preocupaci­ones válidas, en otros casos se trata de grupos ligados a la actividad del narcotrafi­co.

Si hubiera una preocupaci­ón sería, del pasado o del actual gobierno, para buscar resolver esos problemas, se intentaría recontacta­r a estos pequeños grupos y buscar alternativ­as que permitan superar las dificultad­es. En otros casos es una tarea que correspond­e a la Fuerza Pública enfrentarl­a.

El caso de “Jesus Santrich” igualmente se ha sobredimen­sionado; hasta el momento lo único real es que abandonó el esquema de seguridad que le había suministra­do la UNP y no sabemos dónde se encuentra -no está fugitivo, porque él no tiene prohibida su movilidad, ni tiene orden de captura-; esperemos a ver si se presenta al compromiso judicial que tiene con la Corte Suprema el 9 de julio. Luego podemos aventurar otras especulaci­ones. Pero el proceso de construcci­ón de paz es mucho más que la decisión de una persona, son los miles de dirigentes y excombatie­ntes que están cumpliendo con lo acordado y a los que debemos apoyar y acompañar para que su tránsito de los armas a la política concluya positivame­nte

El proceso de construcci­ón de paz es mucho más que la decisión de una persona, son los miles de dirigentes y excombatie­ntes que están cumpliendo con lo acordado y a los que debemos apoyar y acompañar para que su tránsito de los armas a la política concluya positivame­nte.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Colombia