Marcela Mar y sus nuevos proyectos en cine y teatro.
Es una de las protagonistas de la serie Frontera verde y en teatro estrenará Un tranvía llamado deseo.
LAS REDES SOCIALES
“A veces uno se agota, aunque son necesarias, se convierten en otro trabajo más. Trato de generar un diálogo basado en el respeto por la diferencia, doy mi punto de vista fuerte y sólido sobre la inclusión. Hablo, con respeto, de arte, de mi trabajo y estilo de vida”.
EL MATRIMONIO
“Cuando éramos novios (con el chef Pedro Fernández) hacíamos lo mismo, la vida continúa igual después de casados, seguimos siendo novios y ojalá así nos mantengamos, somos una pareja moderna que vive entre Bogotá y Medellín”.
CARRERA INTERNACIONAL
“Paré de hacer telenovelas hace siete años, los dramatizados me dieron reconocimiento, pero las condiciones laborales eran muy duras, entonces decidí parar y tomar un respiro. Me siento contenta con la carrera que he hecho, que he construido gota a gota”.
NUEVOS PROYECTOS
“Estoy en Bogotá preparando la obra Un tranvía llamado deseo, en el Teatro Colón. Es una obra en la que voy a interpretar a Blanche DuBois, un rol soñado por cualquier actriz y que han hecho las mujeres que más admiro. Estrenamos el 4 de octubre”.
FUTURO DE LAS TELENOVELAS
“Se va a agotar el formato de 120 capítulos, que ya migró a las series de 40 y 60, o en temporadas de 10, con más inversión en la factura, más cuidado en los libretos, con un lenguaje más moderno para la audiencia. Se reinventa, no desaparece”.
M arcela tiene una de las carreras más versátiles y exitosas de la televisión, el teatro y el cine en Colombia. Desde su debut, en 1998, en el seriado Sin límites, ha interpretado piratas, candidatas presidenciales, periodistas, prostitutas y policías, entre muchas más, tanto en el país como por fuera.
Ahora asume el rol de una religiosa en la serie Frontera
verde, que Netflix emitirá de manera global, con la triple dirección de Ciro Guerra, Jacques Toulemonde y la paisa Laura Mora. Su vida transcurre entre Bogotá y Medellín, donde está radicada desde que se casó con el chef Pedro Fernández.
¿Qué puede adelantar sobre Frontera verde?
“Se rodó el año pasado en la selva amazónica, es una miniserie de ocho capítulos, un thriller de misterio con tintes sobrenaturales, en la que se involucran las muertes de unas religiosas de una congregación, de la que hace parte mi rol. A la zona llega una detective a investigar y se da cuenta de que
están sucediendo cosas sobrenaturales que la van a hacer mirar hacia su propia historia”.
¿Y cuál es el rol en la historia de Raquel, su personaje?
“Es un personaje misterioso, me siento afortunada con ese rol, que es muy distinto a todo lo que he hecho, he tenido la oportunidad de interpretar candidatas presidenciales, periodistas, prostitutas y piratas. Ha sido un proceso consciente, me tomo el trabajo de elegir los personajes para que no me encasillen”.
Por las condiciones climáticas fue un rodaje muy exigente...
“Hacía una calor impresionante, las locaciones eran selva adentro de Leticia, además con la ropa de monja era muy complejo soportar las altas temperaturas, siento que valió mucho la pena, son unos escenarios bellísimos, un cast muy interesante con muchos indígenas”.
¿Cómo preparó el rol?
“Me tocó conectarme con ese lado sacro que todos tenemos, con esa mística y fe que tenemos hacia algo o alguien”.
¿Qué tal el trabajo al lado de los directores?
“Me siento feliz por haber trabajado con tres de los mejores directores de este país, conocer y trabajar a Ciro Guerra fue espectacular, es todo un lujo estar a su lado. Al igual que Jacques
Toulemonde, son realizadores que admiro profundamente, unos cracks junto a Laura Mora. Soy afortunada de hacer parte de esta historia con ellos”.
¿Es un género poco explorado en Colombia?
“Esta serie es global (se va a ver en Netflix en todo el mundo), justamente porque innova en la forma de contar la historia y en el relato mismo, no estamos muy acostumbrados a ver en Colombia este tipo de tipo thriller sobrenatural. Es maravilloso que estemos incursionando y abriendo camino en otros géneros”.
¿Tras el matrimonio con Pedro Fernández le surgieron inquietudes culinarias?
“Los que me conocen saben que siempre he estado vinculada a la gastronomía, que mi padre era cocinero y que trabajé alguna vez haciendo recorridos gastronómicos, siempre estuve involucrada con la comida, pero ahora está elevado a la enésima potencia, comparto la vida con un chef y de primera mano entiendo su oficio”