“El crecimiento económico no está siendo suficiente para generar más empleo, las cifras ya llevan 17 meses cayendo. Hay voces gremiales que piden reformas y flexibilizar las normas laborales”.
El crecimiento económico no está siendo suficiente para generar más empleo, cuyas cifras ya llevan 17 meses cayendo. Hay voces gremiales que piden reformas y flexibilizar las normas laborales.
El aumento del desempleo se ha convertido en una noticia recurrente y desafortunada que los colombianos estamos viendo registrar todos los meses. En agosto no hubo sorpresas y la tasa de desempleo nacional reportada por el Dane continuó al alza y llegó en ese mes a 10,8%, cuando hace un año era 9,2%. La tasa de desempleo completa 17 meses aumentando por encima del registro del mismo mes en el año anterior, una tendencia que se ha convertido, sin lugar a duda, en el problema más preocupante que enfrenta hoy la economía colombiana.
Las cifras del Dane para agosto muestran que la población ocupada fue 22,1 millones y la desocupada sube a 2,6 millones. El número de ocupados se redujo en 562.000 personas, mientras que los desempleados subieron 391.000. La población inactiva, por su parte, reportó una disminución de 671.000 personas, frente al mismo periodo del año anterior.
Se observa que, aunque la economía está creciendo a un ritmo de un poco más de 3 % trimestral, ese desempeño no es suficiente para reducir el desempleo, lo cual se explica básicamente porque es una expansión que no es generalizada para todas las actividades económicas. Está sucediendo que hay destrucción de empleo en algunos sectores claves como la industria (288 mil personas) y la agricultura (281 mil), mientras que en otros (construcción, comercio y restaurantes) está subiendo la población ocupada (250 mil), pero por su tamaño relativo no alcanza a compensar lo que sucede en otros sectores.
El Gobierno sigue mostrando su estupor frente a la situación del mercado laboral y todavía no tiene un diagnóstico claro y mucho menos una estrategia para combatir el desempleo. Sería ya hora de tenerlas. La explicación venezolana, que alguna vez se arguyó como causa del desempleo, es desestimada por el mismo Dane, entidad que incluyó un módulo especial dentro de sus encuestas para examinar el problema. Según esas estadísticas, los migrantes venezolanos que buscan empleo son 1,5% del total de trabajadores colombianos. Con lo cual el efecto de este fenómeno sobre el desempleo resulta ser muy reducido.
Algunos analistas y representantes gremiales, que quieren una salida a la grave problemática del desempleo, están planteando la necesidad de adelantar una reforma laboral que, en su entender, se necesita para luchar contra ese flagelo. Según Fenalco, por ejemplo, el problema es que el mercado laboral es muy inflexible y la legislación laboral está rezagada en el tiempo, factores que hacen costosa la creación de empleo. Se necesita permitir la contratación flexible por horas, un salario mínimo diferenciado y reducir los altos costos que para enganchar trabajadores representan los turnos en festivos y dominicales.
Esta propuesta, que está sobre la mesa, no es muy bien recibida por los trabajadores y tampoco por el Gobierno. Los trabajadores ya se pronunciaron diciendo que la propuesta traía perjuicios para ellos. El Gobierno, por su parte, ha sido claro en que la propuesta del gremio no es la suya y hay algunos puntos en que se hace necesario profundizar, en especial en la contratación por horas, con el fin de respetar los derechos de los trabajadores. Sobre el salario mínimo diferencial también pide un mejor análisis.
Así las cosas, las aguas suben y el tiempo apremia para tener un diagnóstico certero y, sobre todo, un buen plan de acción, antes de que sea demasiado tarde