JAVIER DARÍO RESTREPO: SOBRE CÓMO ENTENDER LA PROFUNDIDAD DEL PERIODISMO
Esta sala de redacción tuvo la fortuna de tenerlo como maestro y amigo. Era el Defensor del Lector, y sí que los defendió a Ustedes, apreciados lectores. Con sapiencia y humildad de seminarista, con la vocación de quien entendió este oficio como un sacerdocio para servir y engrandecer a la humanidad. Cada día, en sencillas galeras.
Javier Darío Restrepo, quien falleció el domingo pasado, está aquí, en este periódico que tiene 107 años de informar a los antioqueños y al país. Su sabiduría, sin alardes ni pretensiones, le dio decoro a la tarea cotidiana de los periodistas, de los cargaladrillos, como a él le encantaba llamarnos y llamarse.
A sus 87 años, acababa de presentar su último libro en el Festival Gabo: La Constelación Ética. Un reportero, de toda la vida, que fundió sus experiencias con largas lecturas y ejercicios de periodismo responsable: “la verdad debe ser responsable”, insistía.
Un caminante. Un observador. Un hombre presto a escuchar a otros y aprender de ellos. Ese era Javier Darío.
Como consultor de ética de la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano (hoy Fundación Gabo), alentó un examen permanente a un oficio cambiante, en la obligada reinvención de la era digital y de las temidas fake news.
Su ejemplo de vida, profesional, sobrio y generoso, queda dentro y fuera del periodismo y de este periódico