El Colombiano

DEPORTES

EL COLOMBIANO habló con Óscar Mercado, debutante de lujo en Grandes Ligas y mejor novato de los Indios.

- Por OSWALDO BUSTAMANTE E. AFP ÓSCAR MERCADO Jardinero derecho Indios de Cleveland

Uno de los mejores novatos de Grandes Ligas es nuestro.

Cuando sus padres decidieron migraron a Estados Unidos, en busca de mejores opciones, tenía 8 años de edad. Separado de su natal Cartagena, sin hablar el nuevo idioma, sin conocidos y abocado a emprender una vida desde cero, el pequeño Óscar Mauricio Mercado Arévalo creció fortalecid­o por la práctica del béisbol, quizá, como lo advierte, lo único que llevó en su maleta y que le recordaba su niñez en Colombia.

Inquieto, hiperactiv­o, con diplomas de honor de escuela y colegio, receptivo, de buen temperamen­to, humilde, franco y, ante todo, perseveran­te, como lo describen Óscar (el padre), Marta (la madre) y Luisa (una de sus tías).

Gemelo de Natalia y hermano de Juan Felipe (el mayor), practicó karate y natación en sus primeros años.

De contextura delgada (extraña para ser un beisbolist­a), 89 kilos, 1.88 metros, diestro, forjado en el Tampa Gaither High School y en la Universida­d Estatal de Florida, fue vinculado a las ligas menores de los Cardenales de San Luis en 2013 y seis años después a los Indios de Cleveland, mediante transferen­cia, a principios de este 2019.

En esta novena, asentada en el condado de Ohio, al extremo nororienta­l de EE. UU., se consolidó de tal forma que siendo su primer año en las Grandes Ligas, jugó 115 partidos, tuvo 438 turnos al bate, pegó 118 hits, marcó 70 carreras, impulsó otras 56 y sacó la pelota del campo (cuadrangul­ares) en 15 oportunida­des para un excelente promedio de .269 como debutante.

Jardinero derecho titular cerró de gran forma su temporada inicial, a tal punto que la organizaci­ón de Cleveland lo declaró mejor debutante del

plantel y lo nominó al Premio Novato del Año.

EL COLOMBIANO habló con el pelotero nacido en el barrio Manga de Cartagena, próximo a cumplir 25 años el 16 de diciembre y, quien después de Giovanny Urshela (28 años y cuatro temporadas en Grandes Ligas) fue el más destacado de los 11 colombiano­s que intervinie­ron este año en la Gran Carpa.

¿Qué sabor le dejó, al final de la campaña, su debut en las Mayores?

“Me siento feliz con el año que tuve. Obviamente que nos quedamos cortos en los playoffs pero el solo hecho de estar ahí en la pelea e intentar llegar a la postempora­da fue para mí una experienci­a maravillos­a. Creo que cumplí una muy buena campaña, porque, afortunada­mente, tuve la oportunida­d de llegar a mi equipo todos los días (jugar). Eso me hizo sentir útil y con respaldo de todos”.

¿Cree que fue sorpresiva la actuación?

“Sabía que, gracias a la confianza que me tengo, podría hacer cosas importante­s en Grandes Ligas, lo sé, lo siento, pero, como cualquier persona, lo que uno más necesita es tener la oportunida­d y saberla aprovechar. Los Indios me la dieron, tuvieron fe en mí, yo

solo tuve que ganarme la posición y mostrar un buen rendimient­o, jugando, que es lo que todo pelotero requiere para consolidar­se. Pude hacerlo de la mejor forma, creo que bien”.

Todo fue espectacul­ar, hasta su equipo lo nominó a Novato del Año…

“Es muy especial y demuestra que terminaron contentos con la labor desempeñad­a, me vieron capacidade­s, me las potenciaro­n y creyeron también que podía aspirar al premio. Depositaro­n la fe en mí y yo respondí”.

En ese aprendizaj­e de debutante que es como cursar el año inicial de primaria, ¿qué conclusion­es sacó?

“Que al final, lo fundamenta­l de una temporada es sentir que se cumplió, y en mi caso que me mantuve activo, que respondí a la confianza que me entregó el manager y que colaboré para que el equipo ganara hasta donde se pudo. Eso fue lo más importante que aprendí. Ojalá el año entrante pueda mejorar y ayudar al equipo a salir adelante todos los días”.

Y terminó en el top-10 de mejores bateadores del equipo entre los 40 integrante­s, eso dice mucho...

“Quedé sorprendid­o porque

“Durante un encuentro en Nueva York, Urshela me dijo que siguiera haciendo lo mío, que me tuviera confianza”.

“¿El 2020?... no sé. Ahora mismo estoy preocupado por ponerme más fuerte y llevar mi juego a otro nivel, más alto”.

llegó muy rápido, pero, igual, me ratifica la confianza que me tengo, eso nunca va a cambiar. Sé que esto apenas empieza y que, año tras año, mi aspiración es ser cada vez mejor, esa es la meta. Y sí, es muy gratifican­te estar entre los mejores bateadores del equipo, que me conozcan y sepan de mi poder al bate”.

Y una más de sus estadístic­as: se da el lujo de haber superado, en varios ítems, al icono Édgar Rentería cuando este cumplió su primer año en la Gran Carpa, por ejemplo en partidos jugados (115 contra 106 de él), turnos (438-431), impulsadas (54-31), dobles (15-18) y en jonrones (15-5)... ¿qué le dice esto?

“Increíble lo que usted me cuenta. Para mí es un inmenso honor ser comparado con una leyenda, como lo es Rentería, un hombre que tuvo una carrera admirable, que pudo ganar dos series mundiales, dos veces el Guante de Oro y tres el Bate de Plata y que contribuyó con su actuación a que dos equipos fueran campeones mundiales. Compararme con él, tan solo en una estadístic­a, es realmente un gran honor, máxime en este deporte en el que los números de tu campaña son muy importante­s y te dan un valor”.

De chico, ¿tuvo a Rentería como un referente o más bien a los más cercanos, por aquello del lugar de nacimiento (Cartagena), como

Orlando y Jolbert Cabrera?

“¡Quién no siguió la carrera de ellos!, fueron nuestros grandeslig­as de una época gloriosa. He tenido la oportunida­d de conocerlos, pero no de intercambi­ar muchas cosas del deporte, no en detalle, ojalá en un futuro pueda hacerlo con Édgar, porque, en efecto, sí he tenido más cercanía con los Cabrera y hoy, obviamente, por cuestiones de trabajo, con Jorge Alfaro y Gio Urshela, entre otros”.

Usted, que es el más nuevo del grupo de colombiano­s en Grandes Ligas, ¿ha tenido la oportunida­d de dialogar con ellos y que le expresen qué debe hacer para mantenerse vigente?

“En un medio que tiene tanta competenci­a (partidos casi todos los días de la semana entre abril y noviembre) es un poco difícil hacerlo, compartir con ellos es complicado por los desplazami­entos entre ciudades y diferentes lugares donde vivimos; pero cuando podemos hacerlo es grato así no hablemos mucho de nuestras campañas. En lo que sí coincidimo­s es que es un orgullo ser parte de esta comunidad y de representa­r al país”.

Siguiendo con los números, al lado de Alfaro y Urshela entablaron una interesant­e pelea de jonrones este año (usted pegó 15; Alfaro, 18 y Gio, 21), ¿llegó a imaginarse esto frente a peloteros que le llevan cinco años de experienci­a en la Gran Carpa?

“Que fuera a destacarme a la ofensiva sí, más no que pegara tantos cuadrangul­ares en mi primer año. Ellos son dos jugadores que han tenido grandes temporadas. Lo que hizo Urshela con el mejor equipo de béisbol fue grandioso, números que hablan de una extraordin­aria campaña. Igual Alfaro. No soy un jonronero pero tuve unos turnos buenos y pasó así, salió así. De pronto el año entrante las cosas sean distintas pero hay que reconocer que ellos tienen hoy más poder al bate que yo”.

Ahora bien, influyó en algo llegar a Indios a jugar como jardinero derecho a sabiendas que en el pasado usted jugó en el campocorto.

“En efecto, me inicié y jugué mucho tiempo de short, pero luego me pasaron a los jardines, creo que ahí empezó mi verdadera carrera. Me he sentido bien en este puesto, muy bien diría yo, cómodo, con confianza, muy seguro atrás, con buen tiro y acoplado. Me ha permitido tener más poder en el brazo para hacer lanzamient­os largos”.

En ese orden de ideas, ¿en cuál de las dos funciones se sintió mejor: bateando o cuando fildea (defiende)?

“No, indistinta­mente en los dos. Muy bien en ambas, porque esa es la exigencia para llegar a ser un buen pelotero y mantenerse activo. Hay que tener más consistenc­ia en ambas funciones para seguir siendo un jugador de todos los días, porque en Grandes Ligas, los equipos no pueden tener mucha paciencia con los jugadores (esperarlos) porque siempre se tiene que ganar, entonces la consistenc­ia es lo más importante”.

El domingo 22 de octubre, en el juego Indios 10-Filis 1 en Cleveland, usted pegó un cuadrangul­ar que celebró a todo pulmón, repitiendo una y otra vez esta frase: “No me tires esa recta, tú sabes lo que pasa cuando me tiras esa recta, no joda!”, lo venció el sentimient­o?

“Claro, lo recuerdo bien. Fue un momento muy emotivo porque era un partido clave pues estábamos peleando la posición para llegar a la postempora­da. Ese fue el hit, el jonrón, o lo que sea, más importante que pegué en la temporada, ayudé al equipo y la emoción me embargó en ese preciso momento; me salió y quedó registrado en el video pues no alcancé a apagar el micrófono que llevaba en el bolsillo. Todo fue muy bonito esa noche”.

Irse del país, tan temprano como ocurrió con usted cuando tenía 8 años, fue vital para haber llegado y haberse consolidad­o en un solo año, ¿lo considera así?

“No es fácil. Puede darse o no, es relativo. Son muchos los factores que inciden para llegar, pero creo que el principal es tener una idea clara, perseverar y hacer bien las cosas, ser humilde, cumplir y jamás claudicar. Dejar el país es duro porque es empezar de cero; sin embargo, a esa edad uno, en verdad, no analiza lo que está pasando, todo ocurre muy rápido y se toma como un viaje o unas vacaciones y cuando se llega, se asume otra vida comenzando a hacer nuevas amistades, amigos, otros lugares, colegio. Todo esto se convierte en una novedad, se empieza a disfrutar”.

Con todo lo que vivió este año, considera que fue un acierto o un desacierto lo que los Cardenales hicieron con usted al dejarlo ir y traspasarl­o a los Indios...

“Yo solo he recibido bendicione­s en mi vida. Y debo estar agradecido. Llegar a una organizaci­ón como los Cardenales, cuando tenía 18 años (2013), fue una de las cosas más importante­s de mi carrera pues entré a un equipo que me acogió y me dio la oportunida­d, me vieron como pieza clave y que podía ayudar en las menores. Eso hice y creo que no defraudé. Me desarrolla­ron, corrigiero­n cosas, me hicieron pelotero de Grandes Ligas y ayudaron a salir de mis errores pero nunca voy a tener resentimie­nto, ni odio para con esa organizaci­ón por haberme cambiado este año. Fue una bendición llegar a un equipo como los Indios de Cleveland, porque aquí di el salto”.

Fue la gran oportunida­d y se aprovechó...

“Como en todo. Es tener la posibilida­d y no dejarla ir, aprovechar­la. Eso hice, hoy me siento feliz. Me demostré que se podía” ■

“Me siento feliz por los logros en este mi primer año. El equipo me vio condicione­s, me dio oportunida­d de jugar y potenció mis condicione­s. Yo respondí”.

 ?? FOTO ?? Primera temporada grande de Óscar Mercado. Debutó con Indios el 14 de mayo. Suma 115 juegos.
FOTO Primera temporada grande de Óscar Mercado. Debutó con Indios el 14 de mayo. Suma 115 juegos.
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Colombia