Sentido adiós a víctimas de Bojayá
Desde Medellín y en un helicóptero blanco, como muestra de solemnidad, salieron ayer en la mañana 101 cofres con los restos óseos de las víctimas de Bojayá, Chocó.
Pasaron 17 años y medio para que, tras el ataque de la guerrilla de las Farc el 2 de mayo de 2002, los familiares de las víctimas pudieran dar ese último adiós, esperado y doloroso.
En otra aeronave despegaron el representante de la Alta Comisionada de la Organización de Naciones Unidas (ONU) para los Derechos Humanos, Alberto Brunori, y el director de la Unidad de Víctimas, Ramón Rodríguez, para hacer la entrega solemne de los restos a las familias de las víctimas.
Uno de los alabaos, que recoge el dolor de la tragedia que marcó a Bojayá, recuerda que esta fecha nunca se olvidará y que el mundo enteró se conmovió, porque lo “que hicieron con mi pueblo, por Dios no tiene sentido, matar tantos inocentes sin haber ningún motivo”.
Todo estaba preparado. Salieron los helicópteros desde
Medellín hacia el aeropuerto de Vigía del Fuerte. Desde allí, en lanchas, fueron trasladados los cofres, haciendo un último recorrido por el río que los vio vivir, y que también los vio morir. “En la parroquia tiraron un cilindro bomba y de mi familia murió mi hijo y un hermano”, recuerda Elaine Perea Chalá, víctima del ataque de las Farc.
La despedida
Luz Marina Cañola, una de las cantaoras de Bojayá explica que, con la llega de los cofres, se inicia el ritual.
“Iniciamos con tres padres nuestros y posteriormente con un alabao”, que es una especie de canto que reseña lo que pasó y el dolor que marcó a la comunidad.
“Para los afros son importantes estos rituales porque es la creencia que tenemos y si no hacemos estos alabaos a los difuntos no van a descansar”, agrega Cañola.
Este último adiós, que empezó en la mañana de este lunes, se extenderá hasta el próximo domingo, con una serie de sesiones, que serán reservadas, en la que las familias recibirán los procedi
mientos que realizó Medicina Legal para la identificación de las víctimas.
“Habrá un acto público en el que elevaremos cuatro proclamas: garantía de no repetición, interconexión eléctrica, reactivación económica y reubicación de Pogue, población ubicada en la selva chocoana”, comenta Yúber Palacio Córdoba, uno de los representantes de las víctimas, en declaraciones recogidas por Colprensa.
Brunori, de la ONU, concluye que fue un día histórico para el país, pues se cumple con un paso en la restitución digna a los familiares