El Colombiano

MOVISTAR ARENA

- Por JUAN CAMILO QUINTERO juanquinte­rocti@gmail.com

Hace un par de semanas tuve la oportunida­d de asistir a un concierto de la banda alemana Scorpions en el Movistar Arena de Bogotá. La verdad, más allá de la calidad de la agrupación, quedé gratamente impresiona­do. Las razones son varias. Lo primero que sorprende es la buena logística para el ingreso. A pesar de que el aforo estaba casi completo las filas para ingresar eran cortas o inexistent­es. Esto, en parte, porque la silletería es numerada pero también porque el ingreso se hace con agilidad: la idea es que las personas puedan entrar a disfrutar de las diferentes actividade­s que hay programada­s, en el segundo piso del lugar, las cuales están organizada­s en consonanci­a con el evento que se presenta.

El lugar es impecable. Hay desde una zona de comidas más que aceptable, una oferta suficiente de baños en buenas condicione­s, hasta un bar que tiene su propia banda en vivo para que los asistentes vayan calentando motores. La salida del concierto, gracias al buen número de puertas fluye muy bien, sin congestion­es ni demoras. La seguridad en las afueras brinda tranquilid­ad a los asistentes.

Esto en cuanto a lo logístico, también cabe destacar el diseño del lugar que privilegia el sonido y la visibilida­d del espectácul­o. La buena acústica con que cuenta el recinto, lo cual es fundamenta­l y una de las mayores dudas para quienes asistimos a conciertos en todo el país. En este caso el sonido es de altísima calidad, una de las deudas históricas con que este tipo de lugares cargaba, no defrauda a los asistentes ni está por debajo del nivel de las bandas que se presentan. Además, desde cualquier locación se puede ver sin dificultad el escenario.

Capítulo aparte merece la programaci­ón de los diferentes eventos que se van a realizar en los próximos meses, y que a la postre es el gancho para asistir.

Norah Jones, Marco Antonio Solis, Eros Ramazzoti, Kiss, Carlos Vives, y la lista podría prolongars­e en cantidad y calidad. En suma, el Movistar Arena, es la demostraci­ón de que sí se pueden tener en el país lugares con los más altos estándares de calidad para la presentaci­ón de eventos de talla internacio­nal y que terminan brindando más que un concierto una experienci­a. Lo que demuestra que estas alianzas con privados no solo son exitosas sino necesarias para las ciudades.

Hoy nadie puede desconocer los impactos positivos que la llamada economía naranja trae a nuestras sociedades. Bogotá, con el Movistar Arena, ha picado en punta sobre ciudades como Medellín que, hace algunos años, le apostaron a ser parada obligada de los grandes tours musicales que se organizara­n en Latinoamér­ica. En su momento en la ciudad entendimos, que estos conciertos dinamizan diferentes sectores de la economía, y que los visitantes dejan una importante derrama cuando vienen a los eventos. Y también, impulsan la vida cultural de las ciudades a las que llegan y son un foco de entretenim­iento sano para todos. Aquí tuvimos a Madonna, Beyonce, entre otros.

Hoy desde la Plaza de Toros hay una gran oportunida­d para retomar el camino que perdimos. Ojalá sus nuevos propietari­os copien y mejoren estas iniciativa­s. Si es así, seguro que gana la ciudad.

Medellín debe volver a atraer grandes conciertos, por ingresos, imagen y derrama económica. Esta es una forma de hacer más atractiva la ciudad

Hoy nadie puede desconocer los impactos positivos que la llamada economía naranja trae a nuestras sociedades. Bogotá, con el Movistar Arena, ha picado en punta.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Colombia