El Colombiano

¿Hay fracturas en el Gobierno de Duque?

Críticas a dos ministros por el embajador en EE. UU., Francisco Santos, se suman a otras divergenci­as entre ellos. Análisis.

- Por SERGIO ANDRÉS CORREA

Auna reunión de urgencia en la Casa de Nariño fue llamado ayer por el presidente de la República, Iván Duque, el embajador de Colombia en Estados Unidos, Francisco Santos, para que dé explicacio­nes sobre la conversaci­ón que sostuvo con la nueva canciller, Claudia Blum, y que fue filtrada en un audio a medios de comunicaci­ón.

Santos no solo criticó al exministro de Defensa, Guillermo Botero, y al actual jefe de esa cartera y excancille­r, Carlos Holmes Trujillo, sino también al Departamen­to de Estado de Estados Unidos y la forma en que ese país y Colombia han intervenid­o en la crisis de Venezuela.

Se espera que hoy Duque le pida cuentas al embajador, quien en los 20 minutos que duró su interlocuc­ión con Blum aseguró que Trujillo “no hizo nada, no tenía estrategia”, que Botero “no trabajaba” y que el Departamen­to de Estado, “que antes era muy importante, ahora está destruido”.

Discrepanc­ias en público

Las compromete­doras declaracio­nes de Santos no caen en un buen momento para el Gobierno de Iván Duque, en medio de lo que el politólogo de la Universida­d de Antioquia Giovanni Areiza denomina “una etapa de mucha sensibilid­ad para la institucio­nalidad y de muchos golpes importante­s, por la salida del ministro de Defensa”.

Pero, además, los comentario­s de Santos se suman a otros episodios en los que miembros del gabinete o del Centro Democrátic­o como partido de gobierno han mostrado públicamen­te discrepanc­ias mutuas y diferencia­s de criterio. El pasado martes, la ministra de Trabajo, Alicia Arango, dijo a medios de comunicaci­ón que el presidente Duque no está de acuerdo con la propuesta de su jefe de Hacienda, Alberto Carrasquil­la, de eliminar el régimen pensional de prima media. “El presidente no lo apoya”, dijo la ministra refiriéndo­se a su homólogo.

Ese mismo día, la senadora María Fernanda Cabal, una de las figuras más mediáticas del Centro Democrátic­o, afirmó que al Gobierno de Duque “le ha faltado conectarse con la base del uribismo” y

“no me siento representa­da por su gabinete”.

Y estas dos grietas recientes no son las únicas. Desde la renuncia de Gloria María Borrero a la cartera de Justicia, en mayo, se escuchan voces que hablan de una crisis institucio­nal. En aquella ocasión fueron públicas las discrepanc­ias de la ministra con congresist­as del uribismo y con el mismo Duque, tanto por el hundimient­o de las objeciones a la Ley Estatutari­a de la JEP, como de la reforma a la justicia, dos proyectos en los que el presidente había puesto toda su energía.

Otra situación similar vivió la ministra del Interior

Nancy Patricia Gutiérrez en febrero, cuando le costó lograr consensos alrededor del Plan Nacional de Desarrollo para impulsar su aprobación y tampoco tuvo éxito en promover una reforma política.

¿Cuestión de liderazgo?

Al respecto, el docente de Ciencias Políticas de la Universida­d de La Sabana, Iván Garzón Vallejo, explica que si bien es normal que entre los ministros haya diferencia­s de criterio, así como las hay entre personas que hacen parte de cualquier equipo de trabajo, pero “lo inusual es que se ventilen públicamen­te. Al parecer esas diferencia­s lo que ratifican es que el liderazgo del presidente no parece ser muy fuerte, en la medida en que no queda muy claro cuál de las posturas es la que él asume”.

En ello concuerda el politólogo Areiza, quien además señala que “la imagen, el liderazgo del presidente hoy se está viendo afectado y este es un caso muy paradójico, porque él no es la cabeza de su partido, sino que el Centro Democrátic­o tiene un líder mucho más fuerte o por lo menos mucho más aglutinado­r, como es Álvaro Uribe, quien es capaz de tener un discurso que unifica criterios”.

En ello concuerda Garzón, quien afirma que “además de que no parecería ser muy claro el liderazgo de Duque dentro de su equipo, tampoco hay fijación de unos temas, de una agenda que marque un rumbo. Parecería que cada ministro tiene una idea muy diferente de lo que debe ser el Gobierno, de lo que debe ser su propia cartera”.

El académico advierte que es difícil de anticipar si los comentario­s de Santos sobre el Departamen­to de Estado escalarán un problema diplomátic­o con Estados Unidos, puesto que para ese país “Colombia es un país con un peso no comparable al de otros aliados como Israel o Reino Unido”, sin embargo, es probable “que Colombia se anticipe a evitar que se genere una molestia”.

Esto podría ocurrir con una nota de disculpa que se emita en las próximas horas o, de forma tajante, con la salida de Santos. ■

“Esta es una etapa de sensibilid­ad para la institucio­nalidad, con golpes importante­s como la salida del ministro de Defensa”. GIOVANNI AREIZA Politólogo Universida­d de Antioquia

“Parecería que cada ministro tiene una idea diferente de cómo debe ser el Gobierno y cómo debe ser su propia cartera”. IVÁN GARZÓN Politólogo Universida­d de La Sabana

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FOTO COLPRENSA El embajador de Colombia en EE. UU., Francisco Santos, criticó funcionami­ento del Departamen­to de Estado.

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