Medellín y Arequipa, fusión que sorprende en la Handball Cup
El deseo de salir por primera vez de Perú, para medirse ante elencos de otros países, motivó al club Arequipa a viajar a Medellín para competir, por estos días, en la tercera edición del Handball Cup que se realiza en el colegio Corazonista.
Todo el año, las integrantes de la categoría sub-14 del equipo del colegio Alexander Fleming de la provincia peruana, ahorraron para participar en el evento; sin embargo, los recursos no fueron suficientes para que todas se desplazaran, por ello, solo 5 de 15 jugadoras arribaron a la ciudad.
En vista de esta situación, el técnico peruano José Fuentes se comunicó con Omar Ríos, entrenador del club Omega del Vermont School y le propuso hacer una fusión con integrantes del equipo sub-12 para poder actuar en el torneo.
Fue así como las paisas Juliana Suárez, Sara Mejía y Antonella Santiago, llegaron como refuerzos al equipo inca.
“Al igual que ellas, es nuestra primera vez en un torneo internacional. Estamos aprendido de un estilo de juego diferente y eso me está ayudando a ser más potente en mi rendimiento”, cuenta Sara Mejía, quien gracias a este amalgama, está feliz aprendiendo de la cultura peruana.
“Me han hablado de Cuzco, de la comida, de los lugares más deportistas compiten en el Internacional de balonmano en el colegio Corazonista.
bonitos de su país, de la ciudad en la que viven. Ya tengo ganas de ir a conocer (risas)”, relata.
Lucía Mariana Fernández, una de las jugadoras de Arequipa, asegura que ve en el torneo la oportunidad de llevar a su país un testimonio del crecimiento del balonmano en la categoría femenina.
“Ha sido una experiencia muy enriquecedora. Nuestro proceso tiene a penas dos años y acá en Colombia hay un montón de equipos en todas las categorías”, afirma Lucía, de 14 años de edad.
Hasta ahora, el equipo colombo-peruano ha logrado dos victorias en igual número de salidas, siendo la sorpresa del evento.
“No hubo tiempo de entrenar juntas antes del torneo, pero se han compenetrado muy bien. Ellas aún no tienen procesos tácticos y de sistema de juego porque son muy pequeñas, pero son muy inteligentes y están aprendiendo con la prácticas, por eso esta es una experiencia inolvidable”, concluye el orientador Omar Ríos