MUAYTHAI Carisma foráneo pasó por La Sierra
Deportistas y entrenadores del exterior visitaron y compartieron enseñanzas.
Un día después de batirse sobre el tatami en busca de los cupos para las finales del Suramericano de muaythai que se disputan este lunes en Medellín, algunos participantes se fueron para el barrio La Sierra a cumplir la misión que alternan con la práctica deportiva.
“Aquí estamos todos los domingos, sin falta, las razones sociales no son una piñata”, murmuró David González, guía antioqueño del programa “El Deporte es tu Pandilla” que promueve la federación internacional de la especialidad.
“Aterrizaron” en la última estación del metrocable y emprendieron un ascenso de 160 escaleras hasta llegar a la cancha de los Niches, una especie de balcón del centro-oriente desde el que se divisa la ciudad que ayer lucía con bruma luego de una noche de lluvia.
Allí los esperaban cerca de 50 niños, en una cita que aguardan con ansiedad. Sus rostros dibujaban sonrisas mientras saludaban a sus profesores, que en esta ocasión fueron acompañados de personajes de Uruguay, México, Costa Rica y Soacha, Cundinamarca.
Al asombro de los pequeños al ver ingresar al escenario señores altos, de lentes oscuros y con acentos de otras latitudes, algunos de ellos sin camisa para aprovechar los rayos del sol que privilegian esta región, se sumó la amabilidad de estos y su manera cordial y espontánea para integrarse. Primero jugaron un partido de fútbol contra los niños, que eran mayoría, y luego iniciaron actividades en las que descubrieron abundante talento paisa.
Entre chicos y grande
hacen este tipo de trabajo.
Su compatriota Marcos Pereira, entrenador y presidente de la federación charrúa, estaba gratamente motivado. Mientas reposaba del cansancio por el esfuerzo y los efectos de la altura, resaltó la energía y simpatía de los pelaos que lo corretearon todo el tiempo: “Este es un pequeño aporte, con valores, que hacemos a este programa que busca alejar a la juventud de los malos pasos”.
Liderazgo al frente
En la segunda actividad de la jornada, los burpees (duelos en los que el ganador es el competidor que más golpes de rodilla y pie pegue en un tiempo determinado), Mauricio Calvo tomó la vocería y demostró sapiencia y empatía con los concursantes.
“Esto es increíble, se le salen a uno las lágrimas, me conmueve, aquí hacen una gran labor”, dijo tras desatar la algarabía de los muchachos.
Este costarricense dirige hace dos años la selección de México, cuna del muaythai en el continente, y en donde actualmente tienen un semillero de 2.000 infantes. Apoyan las federaciones de Honduras y Costa Rica.
Mauricio vivió 10 años en Tailandia, nación en la que echó raíces. Allá abrió un gimnasio que visita constantemente con su esposa para mantener viva su labor. “Allí viven y comen los alumnos, hasta me han regalado chicos que se han convertido como en mis hijos”, relató el diseñador gráfico que nunca ha ejercido su profesión porque el muaythai lo acaparó.
Él y sus colegas se irán de Medellín convencidos de que “sí se puede vivir de locuras, siempre y cuando todo se haga con amor”, tal como lo comprobaron en La Sierra