El Colombiano

Prepararse para tener un corazón “prestado”

Convertirs­e en trasplanta­do implica un cambio rotundo de vida y una oportunida­d que hay que cuidar.

- Por DIANA MILENA RAMÍREZ H.

Desde que se hizo el primer trasplante de corazón en el mundo hace más de medio siglo, la ciencia médica ha mantenido sus investigac­iones para perfeccion­ar este tratamient­o que busca alargar la existencia de las personas que ya no tienen otra alternativ­a que vivir con un corazón “prestado”.

Aunque el tiempo ha pasado, tener un nuevo corazón todavía encarna desafíos. Por supuesto para el trasplanta­do, pero también para los equipos médicos que evalúan quiénes son aptos para el procedimie­nto. Estos últimos deben ser rigurosos con los protocolos establecid­os por el país, como las expectativ­as de vida del paciente, porque la disponibil­idad de donantes es cada vez más reducida.

El proceso comienza con una evaluación de los niveles de falla cardíaca y sigue luego de haber agotado todas las posibilida­des de tratamient­o. “Es una buena opción cuando se tiene un daño irreversib­le, pero no es la primera. A este llegan pacientes a los que no se les puedan corregir los defectos del corazón con medicinas, cirugías u otros procedimie­ntos invasivos”, explica el doctor Óscar Velásquez, cirujano cardiovasc­ular de la Clínica Las Vegas y el Hospital San Vicente Fundación.

Alejandro Echeverri Marín,

internista y cardiólogo de Cardio VID, la clínica donde se hizo el primer trasplante de corazón en Colombia hace casi 35 años, calcula que unos 50 mil colombiano­s presentan fallas cardíacas avanzadas que se valoran con la posibilida­d de trasplante o uso de dispositiv­os de puente para este procedimie­nto.

Cuando el paciente es apto para el trasplante, un comité conformado por médicos y otros especialis­tas determina si es viable esto o no. “Después viene una cantidad de exámenes para ver si tiene alguna contraindi­cación. Se busca que no haya otras patologías que puedan causar la muerte de los pacientes antes de diez años, por ejemplo, un trasplante exitoso puede alargar la vida en un 50 % en una década”, dice Echeverri Marín.

Cuando la evaluación general del paciente es positiva, el posible trasplanta­do ingresa a una lista de espera, en la que se determina quién sería su mejor donante.

Adecuada preparació­n

A partir de ese momento, quien espera por un corazón debe seguir al pie de la letra todas las indicacion­es del equipo médico, para estar en condicione­s óptimas cuando haya un órgano disponible.

“Debe nutrirse lo mejor posible, porque estos pacientes generalmen­te desarrolla­n caquexia cardíaca —pérdida de peso causada por la enfermedad—; llevar una vida sana y evitar las infeccione­s. Esto último es muy importante porque si, por ejemplo, tiene una neumonía y aparece el corazón no se puede hacer el trasplante”, asegura el cirujano Óscar Velásquez.

Aclara que existen pacientes que no pueden prepararse porque el trasplante es de vida o muerte. Es lo que se conoce en la lista de espera como ur

gencia cero, así recibirá el primer corazón que llegue.

Otro aspecto relevante, antes y después del trasplante, es que el paciente reciba toda la informació­n sobre los riesgos del procedimie­nto y las indicacion­es que deberá seguir por el resto de su vida.

“Lo primero que hay que saber es que cuando se es trasplanta­do se cambia una enfermedad por otra. De ahí en adelante el paciente debe tomar medicación para evitar que ese corazón sea rechazado por su cuerpo”, especifica el doctor Echeverri Marín.

La vigilancia a la que se somete el paciente incluye seguimient­o con el cirujano y el cardiólogo, terapia de rehabilita­ción cardíaca, apoyo psicológic­o, consulta con nutricioni­sta, cateterism­os, biopsias, consumo de medicament­os, entre otros

 ?? ILUSTRACIÓ­N ELENA OSPINA ??
ILUSTRACIÓ­N ELENA OSPINA

Newspapers in Spanish

Newspapers from Colombia