Jorge Hugo se pule en EE. UU. para masificar su deporte en Colombia
Hace dos años y medio Jorge Hugo Giraldo empacó maletas y se fue para Estados Unidos a estudiar inglés. También quería buscar más conocimientos técnicos y administrativos de la gimnasia, pues desde hace mucho tiempo insiste en su deseo de contribuir a la masificación del deporte en el país.
Aparte de esa ilusión de superarse, la carta de recomendación que llevaba señala 28 años de experiencia (tiene 40 de edad) y la imagen de un deportista que alcanzó figuración en el plano internacional.
Cuenta que, al llegar allí, recibió varias ofertas de trabajo de personas que lo conocían y hoy en día disfruta de sus labores en Boston, una ciudad que, a pesar de brindarle todas la comodidades, no le quita del todo el deseo de regresar a su Medellín del alma, donde el coliseo de gimnasia lleva su nombre. Sus amigos le insisten que vuelva, pues quieren verlo como entrenador o dirigente de la Liga de Antioquia, una decisión que aún no ha podido tomar.
Durante su estadía en suelo estadounidense tuvo la oportunidad de participar en un reality que organiza la cadena Telemundo (Exatlón de EE. UU.). Llegó al equipo de los famosos, en el que compartió con atletas de élite de varios países y en poco tiempo se ganó el cariño de sus compañeros por su carisma y calidad humana. Tras su discurso el día que lo eliminaron, a un mes del final, lo llamaron “El Romántico”.
EL COLOMBIANO habló con él de sus planes, de cómo ve a la distancia la gimnasia nacional, aunque periódicamente visita la ciudad, y de otros aspectos.
¿Cómo ha sido esta experiencia en Estados Unidos?
“He obtenido aprendizaje técnico y de cómo funciona este negocio acá. La idea es aprender bastante de todo para enfocarme en lo que quiero. Me gusta mucho la faceta de entrenador, pero sería bueno apoyar a que la gimnasia crezca en mi tierra. Vale la pena y
¿Cuándo lo vamos a tener de nuevo en su tierra?
“Eso es lo que quiero. Me gusta y extraño mucho Medellín. Ya hemos hablado en la Liga, pero me voy a tomar un tiempo más para una decisión. Lo que está sucediendo con la pandemia del coronavirus va a cambiar muchas cosas y toca tener calma”.
A sus 40 años de edad, el antioqueño, que es referente nacional de este deporte, maneja dos opciones: ser entrenador o dirigente. Quiere cumplir el sueño de toda su vida.
Aquí se trabaja para buscar la sede de los Juegos Olímpicos de la Juventud, ¿qué opina de este reto?
“Esta es una gran oportunidad y vale la pena aprovecharla, porque sería ideal tener a todos los jóvenes enfocados en el deporte. Así van a lograr buenos resultados en su vida, que dediquen su tiempo libre en algo productivo y que los niños vean estos ejemplos. Da responsabilidad y disciplina para no estar en las calles. Medellín lo merece y lo necesita y que sus habitantes vean algo diferente como sucedió en los Juegos Suramericanos de 2010 que nos encantaron”.
Desde afuera, ¿cómo ve el desarrollo de la gimnasia colombiana?
“Ha tenido altibajos, pero se ha mantenido en buen nivel. En hombres hay una camada buena en todas las categorías y las mujeres han vivido muchos problemas con lesiones; el ciclo olímpico fue difícil para ellas. En Medellín vi jóvenes como Juliana Ochoa, María José Villegas, entre otras, y otras de Norte de Santander, departamento que ha crecido mucho y con ellas se espera la renovación. Y el regreso de Ginna Escobar que viene de superar una lesión. En términos generales creo que la gimnasia se ha mantenido y se puede mejorar, enfocada en Olímpicos y mundiales”.
En este tiempo de aislamiento, ¿qué reflexiones se hace de su deporte?
“Para mí, es todo. Desde los ocho años que llegué al anterior coliseo Yesid Santos, cuando yo tenía 8 años y vivía en el barrio Robledo, sentí que era un escenario espectacular y desde ahí creció mi pasión. Esto me ha dado todo en la vida, mi hijo lo practicó y hoy todavía recojo los frutos”.
Y con gimnasio propio en Medellín...
“Jajaja. Es parte del reconocimiento al trabajo y al esfuerzo que hice para que la gimnasia creciera en Colombia y en mi región. En mi época éramos máximo 60 personas y ahora usted se encuentra con 1.000, con clubes privados en varias ciudades”.
Cómo no preguntarle por la pandemia mundial que vivimos, ¿qué piensa?
“Los países creían que esto podía pasar, pero no en la dimensión de ahora, y no sabíamos cómo controlarlo. Lo que podemos hacer es estar en la casa y escuchar las recomendaciones de las autoridades de salud. Ese es nuestro grano de arena para proteger a la población más vulnerable. Si no hay salud no hay familia y se pierde el rumbo, hay que salir de este escenario. Creo que poco a poco lo vamos a lograr”