Italia inicia su nueva normalidad con la gente de regreso a la calle
La reactivación avanza y los contagios se mantienen controlados. Sin embargo, seguirán cerrados al turismo.
La propaganda del gobierno chino, con la difusión de imágenes del supuesto último recuperado de coronavirus, contrasta con la realidad y veracidad que Italia ha expresado al mundo. Este país ha sido uno de los más golpeados por la pandemia. En la región de Lombardía, en el norte, se registra la mayoría de las víctimas y en todo el país ya son más de 30 mil muertos.
El sorpresivo ataque viral desbordó los planes económicos, la estabilidad pública, el régimen de libertades, la capacidad hospitalaria y funeraria. Un problema sin precedentes en la era moderna que nos recuerda la vulnerabilidad y fragilidad del ser humano abrazado a insuficientes y débiles estructuras económicas y tecnológicas.
Aquí no ha sido cuarentena, las medidas pasan los 70 días. El país se abrió de manera gradual en medio de la emergencia, buscando un equilibrio y salvavidas entre la salud de los ciudadanos y la reactivación económica. Por ejemplo, la industria automotriz y el comercio de vehículos ya despegó, también la construcción y obras civiles, mientras en paralelo se aprende a convivir con el virus.
Plan de la reactivación
Sin tener el control de la pandemia, sin una vacuna que lo frene y con una leve disminución de contagios Italia avanza en la normalización de la vida cotidiana, un plan que se proyecta hasta octubre. Por ejemplo, las universidades y colegios volverán a la normalidad sólo hasta septiembre. El fútbol profesional, sin público, podría reiniciar el 13 de junio.
Para 2020 y 21 las cifras de crecimiento y bienestar de Italia serán negativas, así como las de otros países de Europa. Se calcula que sólo en cinco años se normalizaría el ritmo de crecimiento. El sector turístico, motor de ingresos para todo el país y generador de más de tres millones de puestos de trabajo, está en la cuerda floja para este verano y por más tiempo. Algunos empresarios de restaurantes y hoteles temen lo peor, incluso consideran que es más costoso reabrir.
La gradualidad en la normalización de la vida italiana ha permitido la apertura de librerías, espacios públicos y, a partir de esta semana, las iglesias. Todo esto con el objetivo de facilitar la adaptación a la nueva vida que impide el contacto personal y obliga al uso del tapabocas, guantes y antibacteriales en sitios públicos.
Pese al dolor de muchas familias que lloran la muerte de un ser querido, la primavera
está levantando el espíritu italiano que desde la Segunda Guerra Mundial no padecía una tragedia tan grande, esta vez no destructora con bombas y proyectiles, pero sí demoledora de la integridad física sin defensa cierta.
Pero la vida continúa e Italia vuelve a recomenzar bajo la sombra del verde profundo de los llamados platanus, los inmensos árboles que bordean el río Tiber en Roma y sus jardines con especies de todos los colores que aparecen en Campo dei Fiori, en la plaza España o Navona.
Es un renacer a la vida cotidiana posible con responsabilidad, compromiso con los demás y caridad solidaria, valores humanos que de alguna manera se han reflejado por siglos en grandes monumentos como el Panteón, el Coliseo y la Basílica de san Pedro