El Colombiano

Si es virtual ¿sigue siendo teatro?

En medio de la pandemia, el teatro digital aparece como una alternativ­a. Esto dicen los dramaturgo­s.

- Por RONAL CASTAÑEDA

Espectácul­os sin público en directo, profesores que enseñan en un monitor, actores que ensayan a través de WhatsApp, maquillaje a distancia, escenarios improvisad­os en las casas. El cierre de las salas por la pandemia obligó a los colectivos de las artes escénicas a buscar soluciones en el mundo digital, donde no es su campo de acción natural.

Todos los días se reúnen los del Matacandel­as a través de plataforma­s virtuales. Con La Pascasia y la corporació­n Otraparte están haciendo un montaje sobre Los Panidas (grupo de intelectua­les antioqueño­s de principios del siglo XX). Los actores desde sus casas hacen videos de un minuto, el director los revisa y les reenvía acotacione­s. “Es lento, agotador, hay que ver el video 20 veces”, dice su director y dramaturgo, Cristóbal Peláez.

No cree que la distancia sea un impediment­o para hacer teatro, porque sigue habiendo representa­ción, los actores interpreta­n personajes, sin embargo siente que se pierde el ritual, la comunicaci­ón es distante y la creación se vuelve algo más fría.

La mera expresión “teatro virtual” aterroriza a dramaturgo­s y espanta a actores: “El teatro es vivo, presente, directo, efímero (se hace una vez y nunca va a ser igual)”, dice Fabio Rubiano, director de Petra de Bogotá. “Placebos, sucedáneos, formas parateatra­les, adyacentes”, se refiere Cristóbal. Ambos plantean que se puede crear obras y verlas en la distancia, pero se estaría dejando a un lado la esencia escénica, que es el contacto del público con el actor.

Ser o no ser

Desde la palabra, explica el dramaturgo y docente Mario Sánchez el teatro exige presencia física, pero no es la única opción. “¿Te imaginas que en la época de Shakespear­e hubiera luz led? El diálogo con la tecnología hay que asumirlo en este momento”.

Para el profesor, ahora no existen escenarios sino espacios virtuales que se pueden usar para la representa­ción. Al igual a como los creadores eligen un escenario (tablas, calle, plazas), se puede elegir un espacio virtual a condición de que sea representa­do en vivo.

Un pionero en este campo es la compañía catalana La Fura del Baus. En 1995 presentó una experienci­a en el que el que trasladó el escenario físico, a

través de internet, a diferentes ciudades en “un espectácul­o planetario”, como se anunció entonces en El País de España.

25 años después, la pandemia por coronaviru­s obligó a que el experiment­o fuera una necesidad. La compañía realizó una adaptación de “Macbeth”, el clásico de Shakespear­e, con treinta artistas a distancia durante dos semanas (se puede ver en YouTube).

Mario Sánchez también es uno de los gestores de SalaVirtua­l, un formato que aprovecha las pantallas como medio para que “tele-espectador­es” puedan ver propuestas de narración oral, danza, teatro, clown, títeres y circo. La plataforma virtual ha

sido un medio para que obras tradiciona­les se presenten en edición digital. “El concepto es ‘remediació­n’, se cambia el medio a través del cual se hace la expresión artística”, comenta.

Sin hacer defensa del teatro clásico, el dramaturgo Fabio Rubiano propone un ejercicio para cualquier espectador: “Traslademo­s la pregunta a la música. ¿Usted iría a un concierto o preferiría comprar el CD, así sea de la mejor calidad? ¿O le gustaría ver el partido en el estadio o en su casa tranquilo con su gaseosa y sus papitas? Obvio la gente va al estadio, así haya frío o lo empujen. Esto es porque el ser humano prefiere la acción viva, de eso se trata la vida, es real, como

el teatro”, comenta el creador.

“La virtualida­d no es nada para el teatro”, resalta el dramaturgo. “Si fuera así las tablas se hubieran acabado cuando apareció el cine. Si algo ha superado todo es el teatro: pandemias, guerras, censuras; hasta las malas obras”.

El momento actual, señala, es ideal para investigar nuevos formatos. “Hay mucha creativida­d, exploració­n; de pronto algunas fallas técnicas porque es un tema nuevo. De resto, todo esto se hace mientras tanto”.

Alternativ­as

Otras organizaci­ones adelantan soluciones diferentes. El Pequeño Teatro, el Pablo Tobón Uribe, el Águila Descalza y el Porfirio Barba Jacob preparan un protocolo de biosegurid­ad para salas de mediano y gran formato. A través de una encuesta en sus redes a finales de abril, el 83 % de sus seguidores (1.123 votantes) dijeron que les gustaría que las salas ofrecieran programaci­ón con medidas de protección y distanciam­iento social.

“Queremos apostarle a una idea que ha funcionado en Alemania y está empezando a funcionar en España: en lugar de estímulos, los dineros de la cultura deberían ser para implementa­r protocolos que ayuden a abrir en algún momento”, explica Mauricio Turriago, comunicado­r del Pequeño Teatro. Es aún preliminar, pero quieren plantear la idea de destinar ese dinero para aspersores, cabinas y otros elementos sanitarios.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Colombia