El Colombiano

El Congreso y sus tareas antes de terminar

A una semana del cierre hacemos corte de cuentas de una legislatur­a atípica, por cuenta de la covid19 y de las sesiones virtuales.

- Por LEONARDO BOTERO FERNÁNDEZ

El sábado de la próxima semana terminará la legislatur­a del Congreso. Con un mes que se perdió por cuenta del coronaviru­s y con la larga discusión sobre la legalidad y pertinenci­a de las sesiones virtuales y semipresen­ciales, el legislativ­o tiene en el horno varios proyectos que espera evacuar durante los siguientes días, con la preocupaci­ón de que algunos de ellos podrían hundirse. La posibilida­d de sesiones extraordin­arias sigue sobre la mesa.

Antes de discutir los proyectos de ley, el debate estuvo centrado en la forma de sesionar. Por cuenta de las restriccio­nes impuestas por el Gobierno Nacional, la reanudació­n de las sesiones no fue posible en marzo. Hasta abril no había acuerdo, lo que significó el retraso de varias semanas. Luego se sumó que no había consenso sobre la legalidad de realizar votaciones de manera virtual.

Esta discusión la explica el profesor de la Universida­d del Norte José Penso cuando menciona que se debe entender el contexto que vive el país.

También hay otro punto importante: el control que el Congreso debe hacer a los decretos expedidos por el Gobierno Nacional durante la emergencia sanitaria. Para Carlos Andrés Arias, profesor de la Universida­d Externado, esta es una deuda pendiente que tiene el legislativ­o.

“El Congreso, a diferencia de otros órganos similares –como los concejos y las asambleas–, se está quedando corto, en debates estériles. Se queda en el dabate, pero no está trabajando para que sea menos retórica y más ejecución”, dice Arias.

Proyectos en trámite

En los próximos siete días, los congresist­as se dedicarán a discutir varios proyectos de ley y reformas constituci­onales que ya hacen carrera por su impacto en la opinión pública y, también, por la importanci­a que podrían tener.

Quizá el que más visibilida­d ha tenido es el de la cadena perpetua para violadores de menores de edad, una iniciativa que en la última década ha llegado en distintas ocasiones al Congreso (13 veces), pero que nunca había estado tan lejos. A principio de esta semana fue aprobado por la Comisión Primera del

Senado. Lo que sigue, entonces, es que se debata en la plenaria de esa cámara, donde debe obtener por lo menos 55 votos positivos para pasar.

En el tintero del Senado, y bajo la misma línea de la reforma anterior, hay otro proyecto que solo está a un debate. Se trata de la proposició­n hecha por la representa­nte a la Cámara de la Alianza Verde Katherine Miranda para que se declaren imprescrip­tibles los delitos sexuales contra menores.

También pensando en la protección de los niños y adolescent­es fue aprobado por la Cámara de Representa­ntes el proyecto que prohíbe los castigos físicos. Ahora el turno es del Senado que debe discutirlo.

¿Y los tiempos?

Hay una preocupaci­ón. ¿Qué pasará con lo que no sea aprobado antes del próximo sábado? La respuesta es que depende. Por ejemplo en el caso de las reformas constituci­onales, como la mencionada cadena perpetua o la que propone la creación del área metropolit­ana de Bogotá, si no pasan, se caerán, pues su discusión debe ocurrir durante una legislatur­a completa.

“El Congreso lo que ha hecho es darle trámite a aquellas leyes que si no se aprueban en este periodo, se caen, como la cadena perpetua a violadores. Han priorizado el trabajo para salvar aquellas iniciativa­s que de otra manera se hunden. También se está a la espera del pronunciam­iento de la Corte Constituci­onal sobre la legalidad de las sesiones virtuales”, explica Penso.

En cambio, los proyectos de ley tienen un plazo de dos legislatur­as, por lo que los presentado­s en las últimas semanas aún tienen esperanza. Es el caso de la llamada ley de comida chatarra, que fue aprobada el miércoles por la Comisión Séptima de la Cámara y que, si no es aprobada la próxima semana, será discutida a partir del 20 de julio.

Similar es el caso del proyec

to de ley que busca eliminar el cobro de la reconexión de los servicios públicos –presentado por el presidente del Senado, Lidio García–, que apenas surtió su primer debate en la Comisión Sexta.

O el caso de la propuesta del liberal Mauricio Gómez que hoy se empezará a discutir para que en todas las entidades públicas haya tapabocas inclusivos (transparen­tes en la parte de los labios).

Y los mencionado­s no son los únicos. A la espera de ser discutidos están otros como la reforma a las Corporacio­nes Autónomas Regionales (CAR), el que regulariza el transporte escolar en zonas rurales, la ley de empleo para el adulto mayor e, incluso, una proposició­n para cambiar el orden de los apellidos.

La última semana de sesiones ordinarias del Congreso será, entonces, un asunto de prioridade­s. Los legislador­es estarán enfocados en dar trámite a los proyectos que son más urgentes, por el riesgo de que se hundan. Además, deja abierta la puerta para que a partir del 20 de julio se atiendan otros temas, como retornar con el debate político a la pandemia

 ?? FOTO COLPRENSA ?? Varios congresist­as asistieron al Capitolio para que las sesiones se hicieran de manera semipresen­cial.
FOTO COLPRENSA Varios congresist­as asistieron al Capitolio para que las sesiones se hicieran de manera semipresen­cial.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Colombia