¿Ha cambiado la vocación económica del Oriente?
Las empresas miran la región por su posición geográfica, la riqueza de sus recursos naturales y la evolución en la infraestructura de servicios.
Cada vez más empresas e industrias de los diferentes sectores económicos elijan esta zona para radicar sus negocios. Y no es para menos pues, según Rodrigo Zuluaga Mejía, presidente ejecutivo de la Cámara de Comercio del Oriente Antioqueño (CCOA), esta región cuenta con una vocación y capacidad de producción agrícola tal que la convierten en la despensa agrícola de Antioquia, la Costa Atlántica, el Valle del Cauca y el Magdalena Medio.
La zona es fuerte en productos como remolacha, fresa, papa, pimentón, aguacate, zanahoria, tomate, habichuela, mora, borojó, uchuva, guayaba y lulo, todos con reconocimiento en el ámbito nacional. Por otro lado, países como Estados Unidos y Puerto Rico también reciben productos como rosas, pompones, crisantemos y astromelias, provenientes de los cultivos de flores asentados en ese sector, especialmente en La Ceja.
“El proceso de industrialización en el Oriente antioqueño ha estado sujeto al crecimiento de la región y a un rápido desarrollo de infraestructura de servicios en las últimas décadas”, señala Zuluaga.
Con respecto a su localización, el directivo dice que con su geografía montañosa y sus suelos fértiles, la región cuenta con fácil acceso a la tecnología celular. Además destaca la labor que se hace con Cornare hacia la producción limpia, la educación ambiental y la participación comunitaria.
Añade que también existen asociaciones productivas y comunitarias –entre gremios para el fortalecimiento del nivel económico, organización corporativa de los sectores productivos y cadenas productivas identificadas–, con acuerdos de competitividad como el de turismo, derivados lácteos, aguacate hass, industrias creativas, textiles, aeronáutico, entre otras.
“En resumen, el Oriente antioqueño tiene ventajas que no están dadas solamente por la geografía y los aspectos propios de la naturaleza como fuentes hídricas, paisajes y fertilidad en los suelos, sino además por la cobertura de todos los niveles de educación que han aportado a la industrialización. Por ejemplo, en educación básica, sus instituciones han logrado distinciones como parte de los mejores del departamento. Igualmente, cuenta con la presencia de instituciones de educación superior, tecnológica y técnica de amplia trayectoria.
Buenos ejemplos
Entre los emprendimientos que florecen en esta región de Antioquia, y que hacen parte de esas sociedades productivas, está la Asociación de Productores de Aguacate del Oriente Antioqueño (Prohass), con presencia en ocho municipios de la zona, la cual, incluso en el actual momento de crisis, manifiesta no haberse visto afectada y continúa con su producción habitual.
Abel Darío Arango Saldarriaga, su vicepresidente, explica que una de las novedades en las que se concentra ahora la Asociación es en la producción de aguacate orgánico: “se está orientando para empezar a hablar de un producto limpio, con mucha inocuidad, que llegue a la mesa del consumidor sin temores”.
Para Saldarriaga, el Oriente se perfila como el mayor polo de desarrollo del departamento, con gran proyección internacional, ya que la mayoría de las industrias impulsan las exportaciones a diferentes países. Destaca, asimismo, que es un territorio muy apetecido para la inversión extranjera, atraída por sectores como el agro, así como por las bondades climatológicas, la infraestructura vial, la cercanía al aeropuerto, la organización y la buena administración de los municipios, la proyección de la educación superior y, muy en especial, por la tranquilidad y la seguridad que allí se disfruta.
Por su parte Tatiana Carvajal Correa, gerente de Ecopelet
SAS, coincide en que uno de los factores económicos y sociales que los impulsa a estar ubicados en el Oriente antioqueño es la tranquilidad con la que cuentan para trabajar. Este territorio tiene gran proyección y está estratégicamente ubicado para su negocio de reciclaje de plástico, ya que casi todo lo vende en Bogotá, por lo que el tema de fletes es menos complejo y la movilidad sin pico y placa también les favorece.
Por todas esas características, según lo enfatiza Zuluaga Mejía, la principal oportunidad de la región está marcada en la consolidación de sus factores competitivos: una mejor infraestructura vial, el talento humano calificado, tamaño de mercado, bienes exportables, sofisticación de las empresas y el crecimiento de tejido empresarial de la llamada cuarta revolución industrial y la economía naranja, incremento sostenido de los presupuestos municipales de la región y del PIB